sábado, 11 de enero de 2025

Binodini, Rabindranath Tagore (32/50)

Este libro lo compré en 2024 en la feria del libro de Frankfurt, en un estante dedicado a la literatura India. Para entenderlo hay que remontarse a la cultura India en la cual aún hoy en día se acuerdan matrimonios. Escrito a mediados del siglo XX, cuenta la historia de una viuda que vivía en la pobreza y que dadas las circunstancia de Mahindra, un joven consentido por su madre (también viuda), se va a vivir a la casa de ellos.

Según pude inferir en el libro, se asume que la esposa haga las tareas domésticas y se encargue de los asuntos del hogar. Así, Mahindra se casa con Asha, quién es incompetente para colaborarle a su suegra. Sin embargo, él insiste en "instruirla" y mantenerla alejada de dichas tareas. En paralelo, Bihari, el mejor amigo de Mahindra y quién también estudia medicina, por vaivenes del destino, no pudo casarse con Asha pero se mantiene fiel al cariño que siente por su amigo y su familia.

Binodini en su lugar es altamente competente y expresa su amor a los miembros de la casa. Inicialmente envidia a Asha y su fortuna pero con el tiempo, es Bihari quién se roba su corazón. Y es precisamente el amor de Bihari por Asha lo que pone en líos a la familia. Eso, sin ahondar en que en paralelo Mahindra le confiesa su amor a Binodini. 

Bihari la envía a su aldea, donde aparentemente lo que hizo es algo "horrible" y nadie la quiere recibir. Sin embargo, Mahindra, en su inmenso capricho va a buscarla y ella lo rechaza. Ella ha descubierto que ama a Bihari.

En casa la madre de Mahindra enferma y Asha cuida de ella. El joven caprichoso regresa y le cuentan del estado de su madre. Cuando Bihari regresa (con Binodini) todos le prestan atención a él (incluida la madre de Mahindra). Y así termina la historia.

La historia se cuenta en tercera persona y creo que su grandeza radica en describir la complejidad del amor y los sentimientos humanos frente a las normas sociales. Y creo que la forma salvaje del amor es precisamente la fuerza de varias tragedias griegas y libros de realismo mágico. Supongo que lo humano no puede ser sometido o determinado, y el amor es lo más humano.

Personalmente me disgustó la sensación de que la vida de las mujeres, a cada paso y centímetro, depende de un montón de vecinos chismosos y un par de hombres confundidos. Lo triste es que aún hoy, muchos de los temas del libro son vigentes. Hablar de la libertad de la mujer, es hablar de la libertad de todos los seres humanos.


miércoles, 1 de enero de 2025

2024

2024 es el resultado de los años anteriores, de los retos, de la excesiva prudencia y fuerza mental que me exigió la vida. Llegué a Alemania con 4 maletas inmensas, persiguiendo un sueño en una de las ciudades más snobs, hermosas y cerradas de la República Federal. Me encontré con muchas formas de racismo y en general, con la actitud odiosa de los bávaros que en invierno hacen de su ciudad un desierto de soledad. Luego llegó la pandemia que sumada a la burocracia, varias veces me dejaron en un limbo y en la confusión absoluta. No sé cómo, ni por qué pero en 2021 pude terminar mi maestría con un buen resultado y además con la buena noticia de que tendría un buen empleo en una pequeña ciudad de Hesse. 

Por esos días, acababa de conocer a alguien que me recordaba cosas de mí mismo: Mis heridas, mi temor al amor. Sin embargo, ese movimiento del destino nos separó. Más adelante él se iría para Berlín y yo seguiría mi vida en el corazón de Alemania. Seguimos hablando, seguimos siendo amigos pero para mí era difícil leer y entender lo que él a veces quería decirme. Ciertamente él estaba más solo. El mundo gay es una jungla en la que uno debe tener la piel de acero y nunca perder el buen corazón.

Con mi trabajo actual comencé bien y mal. Bien porque tengo un jefe adorable que no estalla con mis errores. Mal porque el chico que me entrenaba estaba lleno de resentimiento e inseguridades, además hizo mi proceso de entrenamiento lo más difícil que pudo. 

Afortunadamente todo eso sucedió en 2021 y 2022. Tuve que llenarme de valor, confiar en mí mismo, leer mucho, aprender un idioma que no me gustaba y moverme con mucho tacto. En 2024 hice lo que sabía hacer, auditar; sin embargo, sentí que la empresa tomaba mucho de mí y no me daba tanto a cambio. Tengo poco tiempo para mí mismo y debo viajar a lo largo y ancho de Alemania. A estas alturas comienzo a sentir que eso está afectando mi vida personal y mi capacidad de tener una rutina.

Sumado a eso, abrí algunos traumas de infancia, el recuerdo de la pérdida de mi mejor amiga me golpeó durante varios meses y a final de mes, casi pierdo a ese amigo a quién siempre debo leerle la mente y el corazón para entender qué es lo que le pasa.

Como desde que llegué a Alemania los burócratas tienen mi destino en sus manos y ellos son quiénes deciden si me aprueban o no nuevos permisos, la diferencia es que ahora las aplicaciones son para mejorar mi destino y no simplemente para salvar un sueño. En mi trabajo, con lo de la crisis no hay aumentos significativos y yo simplemente quiero algo de paz. Quiero caminar callejuelas en verano, cerrar los ojos y sentirme seguro y amado ¿no es eso lo que todos necesitamos?

Afortunadamente la gente que amo sigue viva, sin problemas serios de salud y eso sí que es un regalo. Quizás el más valioso. Tengo un trabajo que puedo desempeñar con relativa facilidad. Las personas que audito han comenzado a quererme. Siento que Wiesbaden se queda pequeña para mí, así que he decidido ir a más fiestas electrónicas con mis amigos de Frankfurt y de vez en cuando camino alrededor del río Main con un grupo de gente adorable. He comenzado a buscar un apartamento chiquito para vivir solo y quisiera todos los días de este año dormir tranquilo y sentir que la vida es como una tarde tibia iluminada por un sol tierno y refulgente.

Por estos días me ha seguido picando el bichito de hacer un doctorado. Quiero hacerlo en algo que involucre tener contacto con personas, tomadores de decisiones y ciencia. No quiero encerrarme en un cuarto a debatir con la pared sobre la histeresis de los acuíferos cársticos. Si investigo, quisiera que fuera en algo que me haga sentir conectado con la vida. Que me haga sentir, que la vida tiene sentido. 

Soy afortunado aunque a veces no sepa valorarlo.


domingo, 8 de diciembre de 2024

Riefenstahl-Andres Veiel



Fuente de la Foto: Die Tagespost

Vi esta película en uno de los teatros de Darmstadt con un amigo a quien no veía hace meses. El documental comienza con imágenes de Riefenstahl escalando una montaña, supongo que son de su propia película que además protagonizó: La Luz Azul (Das Blaue Licht). Luego se proyectan imágenes de los desfiles del Tercer Imperio de Hitler. Los encuadres, la geometría, el desplazamiento de la cámara, todo es tan limpio. No se puede negar la capacidad técnica de Riefenstahl.

Y justamente después se presenta a Riefenstahl explicándolas. Siempre hay tensión en sus explicaciones. Siempre intenta justificar que el 90% de la población era nacional socialista y que ella sólo hacía su trabajo. Su posición es curiosa, pues acepta haber sido parte de ese mundo, inclusive, de haber sido una persona reconocida en esa época pero cuando los periodistas mencionan los campos de concentración o su posible afiliación con los nacional socialistas, estalla y pierde el control. 

El documental a menudo contrasta las declaraciones de Riefenstahl. Ella afirma que nunca tuvo más contacto con los miembros del nacional socialismo pero tiene fotos con ellos. Dice que no sabía nada de las desapariciones de judíos y minorías, y de repente salen fotos de ella cuando compartió con gitanos y en una de las fotos, aparece preocupada y llorando. Habla de sus fotos de los Nubas en Sudán, dice que no necesitan dinero y muestra las imágenes que capturó. Sin embargo, el detrás de cámara presenta a una mujer con un pito y tirándole dulces a los niños para que hagan lo que ella quiere. Durante la película no es claro si ella quiere negar lo que vio por su propio bienestar personal o si ella tiene algún tipo de trauma que le impide ver la realidad.

Al final muestran imágenes con su compañero de vida, Horst Kettner. En esa época se fueron a Sudán con el objetivo de conocer a los Nubas, la tribu de los hombres más hermosos del mundo. Ahí fue cuando mi cerebro hizo clic: Año 2008, clase de Ortografía con Andrés Hurtado García. Nos solía contar historias de sus viajes por el mundo después de dictarnos párrafos de "La Boba y el Buda". Una tarde nos contó que en uno de sus viajes a Alemania quiso hablar con Riefenstahl. También nos contó que cuando a ella le contaron que los hombres más hermosos del mundo eran negros y vivían en África, se vomitó. Luego le mostraron fotos de dos adolescentes Nuba y se impresionó por sus cuerpos, entonces decidió conocerlos.

Volví a concentrarme en el documental. Leni ha envejecido e insiste en que le borren con edición los surcos nasogenianos. Le muestran imágenes del ataque de los neonazis a un complejo de apartamentos de refugiados en Rostock. Ella afirma que le parece espantoso que le hayan hecho eso a niños y mujeres. Luego el periodista intenta profundizar en las preguntas y Riefenstahl se enfurece, y furiosa afirma que ella no es ninguna neonazi.

Al final queda la pregunta abierta de qué tanto de la filosofía nazi había realmente dentro de ella y qué tanto de su absolución tuvo que ver con su manera audaz de presentar las cosas.

Fue un excelente documental, lleno de contrastes y que logró capturar la complejidad de las personas que vivieron en el nacionalsocialismo y que se beneficiaron de él.