martes, 26 de mayo de 2009

Escondidas

¿Has sentido alguna vez la necesidad de perder la personalidad,vivir y ser algo completamente desconocido en fin trascendender?

Las relaciones que uno lleva en la vida por más dulces que sean a veces toman un tinte común, o por lo menos las amistades. Porque hay amores que aunque cotidianos son tan intensos que declinan en la tarde como un atardecer para seguir alumbrando. Amo la noche, pero hasta ahorita me doy cuento que estoy en ella.

Es como si en tu niñez te hubieran dado un mapa, te hubieran llenado de afirmaciones que al pasar por varias estaciones, derrotando muchas ventiscas, tendrías que llevar acabo. Como un pulpo comienzas a tejer muchas cosas, cosas a veces tan ilógicas como, eres hombre, eres mujer, eres alto, eres gay, eres humano.

Llega un momento en que la única certeza que tienes es tus dudas, y te cansas, te cansas de la luz y de la oscuridad, ambas cosas ni malas ni buenas, son conceptos muy parciales de la realidad.

En el claroscuro, ya ni siquiera tu intelecto tiene pie.

Necesitas tantas cosas... en fin... tantas cosas para llenar esos espacios que te enseñaron a negar.

Tu día nada más lo llenas con miles de cosas para poder volver a dormir... comienzas a caminar a respirar, cualquier cosa que hagas es común y le tienes respuesta. Pero a pesar de tenerle respuesta a todo comienzas a estar aburrido, te dijeron que ante esa situación bastaba con ser creativo, pero lo has intentado todo, no tienes respuesta, hay una parte de ti que perteenece a las estrellas y quiere volver.

Abres el msn lo primero que encuentras es la misma vida, la gente te hace las mismas acciones para que emitas las mismas reacciones. De repente estás congelado, algún niño cruel jugó estatuas pero nadie te desencantó de la piedra en que te has convertido.

Quieres que pase algo, pero eso ya es historia patria, has esperado toda tu vida que ocurra un milagro, has esperado príncipes y princesas, has esperado castillos y casas, has esperado soles y oscuridad, créeme lo has esperado todo... todo... hasta has esperado un redentor que te prometió felicidad. Luego creiste que tú serías redenter y te ves parado, frente a un espejo frunciendo el seño y mirando a ese ser.

Ni la poesía, ni el dulce, ni el amargo, ni el neutro, ni el ácido, ni siquiera lo salado pueden moverte fibra alguna. Mi querido insensible, estás aburrido...

Y volverás a dormir, diciendo que rompiste la rutina. Cuando tienes que romper contigo.

"DESENCANTADO."

sábado, 23 de mayo de 2009