viernes, 16 de enero de 2015

El Otro Yo


Un hombre sin rodillas raspadas,

no merece ser humano.


Iván V

2 comentarios:

CrisC dijo...

No recuerdo bien si es libro o poema (libro, creo), el de Borges..., me refiero a "El otro, el mismo".

Luz dijo...

Leo una y otra vez tus palabras detenidamente y... Pienso en la infancia, en todas las veces que nos caímos por correr, saltar, aprender o tratar de descubrir que pasa si. Luego medito sobre el cuidado y/o precaución que se tiene de adultos para no caerse tanto y entonces es cuando creo que, posiblemente, en nuestra infancia (y quizá de nuevo en la vejez), es cuando más humanos seamos.