miércoles, 25 de octubre de 2017

"...La Sabana es un cielo caído,
una alfombra tendida a sus pies
y del mundo variado que animas
eres brazo y cerebro a la vez..."

No teníamos que pensar en nada, nuestros brazos cargaban todo lo que hacía falta para vivir. En canastos de mimbre había frutas, verduras y carne. Las moscas nos rodeaban, tenían hambre. Y fueron las moscas las que nos despidieron.

El mundo podía ser explicado en puntos cardinales. La montaña del sur, la iglesia del norte, el mercado del oriente y la escuela del occidente. No había nada más. Sólo un parque que era el centro del universo. Y siempre el miedo, a todos los acechos, que a menudo ocurren en la oscuridad. 

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