miércoles, 5 de mayo de 2021

Las Maneras de Decir Adiós

Hoy escribo sin la prima de la n porque el teclado no me lo permite. Es un hecho: El mundo está cambiando. Se habla mucho de los cambios a nivel global: Que la economía, que los empleos, que el nivel de deuda pública. Sin Embargo, los cambios más importantes son los personales. Por lo menos, so pena de parecer narcisista, los cambios más importantes son los de mi mundo.

Quang, el pasante, terminó su período en la empresa, ahora busca empleo, sin muchos resultados. No para de estudiar. A veces duerme en la Universidad. Me siento especialmente mal por él. Vi cómo le exigieron a más no poder, lo trataron de mil maneras y cuando se graduó, sencillamente no había nada para él. Es eso lo que detesto de la vida laboral. Usan a las personas, las sujetan y después las botan.

Santiago era uno de los estudiantes de hidrogeología. Siempre lo veía en el laboratorio. A menudo hablábamos. Estos días lo dejé de ver. Creo que se graduó. Quién sabe dónde esté. Los laboratorios son raros en medio de la soledad de la pandemia y sí, son raros sin Santiago.

Alice, una de mis colegas, también se va. Aplicó a otro empleo, en el campo de la sostenibilidad. Espero le vaya bien. Sin Embargo, hará falta. En un grupo con tanto estrés y competitividad, era bueno contar con alguien más enfocado en su trabajo. En la última conversación que tuvimos, me conmovió algo que me dijo. Me comentó que se sentía más fuerte después de todo lo que pasa un estudiante extranjero en Alemania, con pandemia a bordo. 

Me pregunto dónde teminaré, a dónde llegaré después de este camino. Siento que la gente se está yendo y la verdad, es que no sé a dónde termine saltando yo. Ojalá todo termine bien.

Mi música del día: Daughter-Youth





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