De la fuerza en la interperie, la constancia en la dificultad... El sembradío de estrellas ante los rayos fulminantes del sol, queda un hombre de cenizas suplicándole al desierto un poco de agua. Los ojos llueven y el cansancio lo ha vuelto camello de paso largo; pirámides envuelven su memoria, cual desgracia oculta en la ausencia.
A lo lejos el horizonte, el aire caliente se eleva con altivez, sin miedo al infinito. Dejar o no dejar, cambiar, rendirsa ¿qué camino tomar? Soñar no es una opción. La mariposa agonizante dispuesta a abandonar un nuevo capullo: la vida física.
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3 comentarios:
Hervía el fuego entre la dura boca y anidaba en mi aire el huracán. Corazón que me fuiste generoso: En lágrimas o en sangre nome das un solo sorbo, refrigerio mínimo, más precioso que el pan o que la sal?
Saturno no deja mucho margen...Pero al final de la travesía por el desierto siempre hay un oasis de luz.
Tras leer "soñar no es una opción" comenzó sonar en mi cabeza una canción cuyo inicio dice algo así como "muchacha, tú y yo estamos hechos de nubes, pero ¿quién nos ata?, ¿pero quién nos ata?" Un besote.
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