sábado, 30 de enero de 2010
Miaw
"Cuando los seres se levantan sin esperanza, la vida se siente retada a crear una nueva realidad."
sábado, 23 de enero de 2010
La noche de luces.
A veces pienso ¿por qué?... y a todos mis porqués no hya ninguna respuesta. Siempre me llamó la atención tener un refugio personal... un lugar del cuál protegerme del mundo. Durmiendo entre mis papás a veces encontraba eso... pero llegaría el día en el que dormiría en mi propia cama. Echarse las cobijas encima parece suficiente refugio... pero sigue el sudor y el miedo rondando las siluetas en la oscuridad infantil, pensé que durmiendo tal vez podría ignorar todo aquello que me pasa. Seré sincero, algunas cosas parcen decir que soy indefenso, desprotegido en una vida llena de destinos y angustias.
Quizás un grupo religioso, de magia, mis obesisiones, ¿ellas serán mi casa?... a veces sería posible pensar que algunos no tenemos hogar.
Quizás un grupo religioso, de magia, mis obesisiones, ¿ellas serán mi casa?... a veces sería posible pensar que algunos no tenemos hogar.
jueves, 21 de enero de 2010
martes, 19 de enero de 2010
^^
Hace mucho que camino este desierto azul violetazo, tan frondoso y silencioso, con preguntas sin respuestas.
Hace poco que perdí el mapa y no puedo salir.
La melancolía y yo hablamos por la mañana, hoy tenía un saco morado, el cual en el espejo relataba historias sin final.
Me contaba sobre hombres y mujeres, y otros tantos seres con tantas formas de vivir. Me contó sobre el estudiante que ante la ausencia se deprimió profundamente, o de aquel niño que vivía en la barrera, sobre el universitario, el violinista, sobre el guerrero y el pesimista. Me contó muchas cosas, la mayoría de ellas llenas de ese frío aire matinal.
Esta mañana cuando me levanté, quise dormir cinco minutos más, puse mis cobijas encima y me acurruqué.
A veces amiga melancolía, te necesito como confidente. Para contarte lo infiel que he sido a mí mismo, no sé ni que hago en la vida, ni para dónde voy. Nunca lo supe y no sé si algún día lo sabre.
Me contaste entre violetas la última historia, esta con final... la de alguien que no vencía a su oponente que venía siendo él mismo. Lloraste tres segundos, luego me sonreiste.
Amiga que difícil a veces ha sido para mí vivir.
Hace poco que perdí el mapa y no puedo salir.
La melancolía y yo hablamos por la mañana, hoy tenía un saco morado, el cual en el espejo relataba historias sin final.
Me contaba sobre hombres y mujeres, y otros tantos seres con tantas formas de vivir. Me contó sobre el estudiante que ante la ausencia se deprimió profundamente, o de aquel niño que vivía en la barrera, sobre el universitario, el violinista, sobre el guerrero y el pesimista. Me contó muchas cosas, la mayoría de ellas llenas de ese frío aire matinal.
Esta mañana cuando me levanté, quise dormir cinco minutos más, puse mis cobijas encima y me acurruqué.
A veces amiga melancolía, te necesito como confidente. Para contarte lo infiel que he sido a mí mismo, no sé ni que hago en la vida, ni para dónde voy. Nunca lo supe y no sé si algún día lo sabre.
Me contaste entre violetas la última historia, esta con final... la de alguien que no vencía a su oponente que venía siendo él mismo. Lloraste tres segundos, luego me sonreiste.
Amiga que difícil a veces ha sido para mí vivir.
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