martes, 8 de junio de 2010

Allí

Es un instante en el que no hay tiempo y nos sentimos dueños de nosotros mismos; la música a todo volumen seguida por el compás de los saltos de una multitud. Ejercen su derecho a soñar, mientras tanto yo escucho el sonido de ese eco, que habla de guerreros de estepas, ese tan tribal y mi cuerpo inevitablemente responde. Todos los sonidos artificiales se vuelven naturales en el receptáculo en el que me he convertido. El mundo deja de existir y me conecto con otro continente, con otra época, con otra raza, me conecto con vidas pasadas, me vuelvo otro ser, me mimetizo en un lugar si ciudades ni naciones. Casi puedo ver ese ocaso infinita, los tambores suenan tan fuerte, conozco las hojas que no recordaba de mi biografía. Es algo tan local pero tan cósmico... comparto el mismo espacio con unos tantos zombies mientras yo ingreso a otro tipo de locura, a un hermoso despertar de mi naturaleza más salvaje, recuerdo mi instinto y sigo las huellas... mis partos, mis relaciones, mis muertes y mis batallas. Un grupo de guerreros me mira fijamente y definitivamente comienzo a romper las fronteras de mi realidad.

3 comentarios:

Héctor Daniel Burini dijo...

Hola vicky, yo Daniel leí tu mensaje me gusto mucho me llego ki corazón

JP dijo...

Vicky

Pocas experiencias nos muestran cuan conectados podemos estar... y tu la acabas de escribir muy acertadamente.

Abrazos

Garsil dijo...

Buenas tardes... Así es todo un suspiro. Gracias. Garsil