Desde el aleteo de la torcasa se ve mas bello el mundo dijo su amante el ratón, bajos su hermosa ala.
lunes, 13 de junio de 2011
Madera
Érase una vez un muñeco de madera. Su fragilidad, o simplemente cuestiones de la vida lo llevaban a romperse una y otra vez. Reconstruirse, una y otra vez.
3 comentarios:
Todos somos muñecos de madera...
Buenas tardes... Si el corazón,
fuera de metal,
no podría soportar destruir la vida,
para con el tiempo mármol abrigar,
claro sin cantar.
Siempre se nos hace fácil ver la madera del otro, pocas veces manifestamos que esa madera también se nos rompe, al fin y al cabo ... madera.
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