lunes, 13 de junio de 2011

Madera

Érase una vez un muñeco de madera. Su fragilidad, o simplemente cuestiones de la vida lo llevaban a romperse una y otra vez. Reconstruirse, una y otra vez.

3 comentarios:

Elena P.G. dijo...

Todos somos muñecos de madera...

Garsil dijo...

Buenas tardes... Si el corazón,
fuera de metal,
no podría soportar destruir la vida,
para con el tiempo mármol abrigar,
claro sin cantar.

Pircamita dijo...

Siempre se nos hace fácil ver la madera del otro, pocas veces manifestamos que esa madera también se nos rompe, al fin y al cabo ... madera.