viernes, 26 de agosto de 2011

Andrea

Tengo muchos recuerdos contigo y hoy, más que nunca, surgió en mi corazón una sensación de nostalgia. A decir fuiste tan buena amiga... Mi amiga de infancia... Son demasiadas las cosas y sentimientos que me abarrotan este segundo, me gustaría poder decirlas, pero no puedo. Eras un año mayor que yo, por eso a veces me prestabas las velas de tu pastel para que yo las guardara para el mío. Siempre le pedías dinero a tu mamá para comprar dulces con forma de mora y me comprabas uno a mí. Corríamos por el parque, detenías el flujo de niños por el rodadero para que tú y yo nos pudiéramos lanzar. Eras una niña preciosa y supongo que hoy eres una mujer espectacular. Tu triciclo de Mickey siempre me gustó, me gustaba demasiado, siempre ansié tenerlo y cuando tu mamá quiso regalármelo, en mi casa no había espacio.

Quisiera decirte que lo siento, no haber estado a la altura de tu cariño, de tu belleza, de tu grandeza... Quisiera decirte que actué por vergüenza... Quisiera decirte tantas cosas, pero que supieras una: "te llevo en mi corazón". Hace mucho no siento tanta afinidad con alguien, eso es lo lindo de la niñez, de corazón espero que la estés pasando bien, que tu vida sea algo fantástico. Te deseo lo mejor y espero algún día poder decirte que aunque hayan pasado 15 años, yo todavía te quiero.

"Por el poder del prisma lunar"

1 comentario:

Elena P.G. dijo...

Es en la niñez cuando somos verdaderamente sabios. Y estoy segura que a todos los que llevamos en el corazón nos llevan también a nosotros, de una forma o de otra.

Pd: me gusta mucho la última frase de cada uno de tus posts. Sabes cerrarlos de forma muy bella.