Hoy, más que nunca, es necesario que despierte el dragón y escupa fuego, escupa dolor, escupa esas cadenas que aprisionan tu corazón. Levedad, eso espero de ti, que te reveles sin miedo a esa gran montaña llamada cotidianidad. Déjate guíar por el brote de los sauces, el cantar del petirrojo y el soñar del cóndor de los andes... Permite que la miel en los panales despierte el deseo de fluir hacia una estrella fugaz.
Mira la llanura que soberbia se abre en el horizonte como la esmeralda; los ojos de los amantes y el vibrar de los infantes... NECESITO QUE DESPIERTES, SÓLO TE PIEO QUE DESPIERTES (por piedad a ti).
"No se necesita ser estrella para brillar, ni sol para atardecer. Levántate luciérnaga de entre los matorrales"