lunes, 13 de noviembre de 2017

Soledad

No sé por qué estos días he estado tan nostálgico. Quizás sea porque cumplí años hace poco. Qué decir. A mi mente vino el adolescente pálido que fui. Y casi como sacando cajas del desván, me vi a mí mismo pensando, sintiendo y odiando la soledad. Había olvidado por completo que había sido mi temática principal en este blog.

¿Quién era? Pues un jovencito que estudiaba de día y en las noches iba a aprender francés con gente mucho mayor. Un adolescente que le iba bien académicamente pero que no tenía amigos y que se amargaba la vida con preguntas existenciales. Me veo a mí mismo, sintonizando Ánimax, Cinemax, HBO y viendo películas sin parar. Caminando, día tras día a la biblioteca Virgilio Barco sin tocar un solo libro y con el único objetivo de ver el atardecer. Analizando los tonos violeta, naranja y verdosos que se mezclaban. Viendo las lucesitas de los aviones que aterrizaban en el oriente. 

En ese entonces fantaseaba con que alguien me rescataría. Que habría alguien que me entendería, que podría llegar al cuarto sin paredes que somos todos cuando nos mostramos tal cual somos. 

Y pensar que con los años me di cuenta que entre humanos hay abismos. Que a lo mejor, tender puentes entre almas es algo excepcional reservado para almas nobles. Quizás no sea el amor, o no los que he vivido. O los que he podido vivir.

¿Por qué este blog? Porque era una conversación que podía tener sin miedos. Porque podía ser introvertido, femenino, masculino, anciano, joven, erótico, melancólico. Y siento algo de paternalidad por la persona que fui, no sin antes preguntarme ¿qué es la soledad?

La soledad es cuando entre las islas no hay puentes.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Un Poeta en Nueva York- Federico García Lorca (15/100)

Antecedido por un prefacio que divaga sobre lo que quería o no quería el poeta publicar, en qué orden y bajo qué nombre, se presenta el contexto de los poemas durante la estadía de Lorca en Nueva York, con motivo de su estudio en la Universidad de Columbia. Posteriormente, viaja a Cuba y sus escritos tienden a reconocer un nuevo contexto.

Dotado de idealismos acerca de los negros, a quienes considera vivos, por encima de los blancos, el libro favorece la musicalidad por encima de la temática. En más de una ocasión, me pareció leer la inocencia y la fragilidad de los niños y de los animales. Nueva York es descrita como una ciudad de infantes ahogados y animalitos sacrificados. Es una ciudad imparable, donde la gente no duerme y el poeta, tiende a la huida.


"...Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!..."
(Federico García Lorca) 



Precisamente, sus últimos poemas (del libro), hacen referencia a embarcarse a Roma, a un nuevo destino.

"...Lloran sobre el Mar de Cuba
enormes flores bermejas;
sobre la isla perdida
el aire amarillo tiembla!..."
(Federico García Lorca)

Entonces la civilización parece, entraña la muerte, la vitalidad de los oprimidos, el sacrificio de los inocentes y las vidas sin sueño. Ahora que escribo, me hace pensar en un cuadro de Kahlo en el que Estados Unidos parece el país más contaminado del mundo.