martes, 27 de diciembre de 2011

Zoonosis Bogotá

¿Cuánto ganará el "ser humano" que dirige Zoonosis Bogotá? Me pregunto esto porque se me hace ridículo que ante la presión de varios sectores, continúe este centro. También surge la duda, dado que se trata de alguien a quien le pagan por matar animales inocentes semanalmente. La Secretaría de Salud sale a defender sus políticas diciendo que tenemos una sobre población de animales, que hay muchas enfermedades, que sí esterilizan... La verdad habla por sí misma.

En el centro de asesinato masivo inclusive pueden verse madres con sus cachorritos los cuales morirán por pertenecer a otra especie ¿qué motivo es suficiente para un "animalicidio"? No lo sé. Sí conozco profundamente la política de los colombianos "deje así". Algunos compañeros muy bien intencionados, creen que la solución es que adoptemos a muchos animales, cuando el conflicto no está sólo en que no tengan casa, reside en que los torturan, los someten a malos tratos y tras del hecho los matan.

Sé que no es una fecha oportuna para sacar un post como este pero en estas fechas es cuando la sangre me hierve...

jueves, 22 de diciembre de 2011

Navidad

Cuenta la leyenda que tras la conquista del imperio romano a la isla de los celtas, se exterminaron demasiados árboles, muy preciados para los nativos. Sólo uno de ellos, ante semejante masacre se mantuvo en pie: el abeto.
Raíces que no se van, hojas que se que se quedan. En el murmullo de los días surge de entre las dificultades un retoño. Resiste ante la interperie, radícate en tu verdad, entrégate al infinito, escucha con serenidad... Permite que el cielo te lleve a la epifanía, siente la levedad de la lluvia. Sé un árbol que nada ha de parar.
Penas radiculares, la presión de una sociedad que no deja de mirar. Persiste a pesar de las agujas de la mañana, del humo inclemente de la ciudad grande y de la monotonía de la vida triste. Siembra la magia y despiértate entre los cadáveres, eres la vida que corre, eres la flor del gavilán. Recorre las montañas con tus pies: eres el árbol que nada ha de parar.
Anida sobre ti a los seres que vuelan, escucha mitos sobre la gravedad y lo etéreo. Envuélvete en las estaciones pero persiste, persiste, persiste... Eres el árbol que nada ha de parar.
Levántate por sobre las planicies y mira al horizonte, que ni tormentas, ni cuchillos de enamorados te han de detener. Has conquistado el tiempo y ahora al infinito puedes ver. Cuna de grandes y refugio para los desamparados. Eres relato vivo del camino, del invocado. Recuerda, tú fuiste el árbol que nada paró... Que nada detuvo.

martes, 13 de diciembre de 2011


Tierna sintonía, yo soy la geometría pequeña que le reclama a las estrellas sueños. Me deslizo en la tierra como las gotas... Como las lágrimas en esas mejillas que no recibieron besos. Como un arco que se lamenta sobre un cello, o como los tenis viejos sobre el botadero.

No busques direcciones, ni códigos postales. Vivo en un sitio alejado; mis ojos escapan del cuadro y se enfocan en aquellos sueños de iliterados, inimaginables para un hombre culto... Con educación de seis de la mañana y cartones de fin de carrera.

Navego entre tardes y cafés, como el pescador en el mar. Me susurra el viento sobre el futuro y le temo a los suelos áridos. La ciudad se abre como si fuera una boca sin límite, intentando devorarme entre sus muchas luces y carros. Unas guitarras suenan en un lugar, ejecutivos disparados, funcionarios corriendo en mañanas frías y el cielo se burla... Se burla con los enamorados. Se burla cupido de los horarios y las fechas, de los obstáculos, de los cuerpos... De los confesionarios y las cartas que se esconden debajo de una almohada... Se burla de los que se negaron la felicidad.
Me reconstruyo como la palabra del tartamudo. Tomo aire y tomo tiempo... Soy una semilla más en la diáspora de la soledad. Las voces entre el sonido de la multitud, los que susurran... Los que se buscan. Invocados dos cuerpos se encuentran en medio de la infinidad. Un lugar destinado al nido de dos hasta ahora desconocidos. El sonido de la maizpira y el granizo.
Ovasionan los centímetros a los metros desconocidos. El agua cae y se evapora en esos tejados que cuentan historias de antaño. Los techos del centro, los de poesía irresoluta, desesperados por dar a luz una flor amarilla. Testigos involuntarios congelados en fotografías para ser observados... Simplemente observados, como si esa piel no hubiera nunca sido caliente.

Tócame sin miedo, abrázame en un sitio cálido como la tarde. Invócame de entre tus memorias y rasguña con actitud odiosa el pasado gris. Humedece mis labios con agua bendita y beatifica mis ojos con besos. Cimienta sobre la suavidad mi piel y deja que corra lo imposible con el presente de testigo. Deja que las palomas vuelen libres con taquicardia. Déjame creer, déjame caer en este pequeño segundo y retenerlo con fuerza... Con miedo. Ilumíname en silencio mientras la oscuridad prospera. Claudica el encierro de tu alma y báñame de tu presencia... Como las olas a las rocas, como el amor a la verdad.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Qué bonitos los humanos, se prometen la eternidad cuando a veces, no son dueños de su presente. Eso es altruismo.

martes, 6 de diciembre de 2011

Este año

Este año aprendí sobre el valor de la honestidad. La honestidad no sólo libera a quien la profesa, sino a quienes le rodean. Este año salí del clóset, este año un amigo se perdió en las montañas, este año me enfermé al punto de no poder comer casi por dos semanas... Este año hubo momentos de profunda soledad pero de profunda alegría también. Este año me fracturé de un hombro y aprendí sobre la paciencia (tengo la eternidad para hacer lo que sueño). Este año aprendí que la mirada de los demás no es tan importante como haber realizado aquello que lo hace vibrar a uno. Aprendí a poner los pies en la tierra y darme cuenta que la realidad también es bonita. Perdí mucho y gané demasiado. Perdí al que era y gané el que soy. Ambos el mismo en un beso profundo que sueña con ser libre.


Holguín, Luis Caballero. st