miércoles, 24 de febrero de 2016

El Novio Oscuro

"...Huesos sustituidos por piedras.
Te cosieron.
Te remendaron..."
Alejandra Pizarnik, 4 de noviembre

Murmuran que vino de España, con el cetro y la corona en un baúl.
Es un hombre que sonríe con frecuencia,
que corrige con disciplina,
que recorre las plantaciones
y aconseja en la reparación de molinos.

No tardó en descubrir que en las montañas estaba lo no descubierto:
los animales, los venados y las flores.
Sin duda un científico en rigor.

Es el virrey Amar.

Algunos dicen que vino tras los pasos de Humboldt.
Otros afirman que soñaba al igual que Pizarro encontrar bosques de canela.
Lo cierto es que se transforma en un manojo de nervios y miradas oscuras,
justo antes de las lluvias de octubre.

Detrás de él siempre va un esclavo,
parece que lo trajo desde las Antillas.
El virrey siempre se preocupa porque no le falte pomarrosa;
le gusta que sus servidores huelan bien.

En una ocasión, el conde de Resoviv vino a visitar a su merced.
Famoso por ser gordo y violar negras, al acabar la cena pidió una para pasar la noche.
Sin el beneplácito de su majestad, osó tomarla de la muñeca y arrastrarla por los pasillos.

El negro de ojos grandes le pegó una bofetada.
Famoso por defender a los suyos, según miembros de la Real Audiencia, tenía antecedentes.
Cualquiera hubiera esperado la ejecución de la alimaña por ofender a un noble de tal porte.
Sin embargo, por causas misteriosas murió el marqués dos días después.
Llenaron de piedras el cadáver y le cosieron la boca.

Mucho se murmuraba en la plaza,
ante lo cual su majestad Amar organizó una fiesta
y emborrachó a toda Santafé de Bogotá.

Nadie recordó el suceso.

Excepto yo, que lo recuerdo todo.
Se murmura que el virrey no ríe,
no lee y no sueña, en aquellas jornadas en las que le entran los calores.
Son esas noches de agonía que suele llamar
a su novio oscuro y se escuchan sonidos lejanos en las puertas de madera.
Parece que le rompieran los huesos y le cosieran el alma.


domingo, 21 de febrero de 2016

Diario de un Astrónomo


"...Para siempre cerraste alguna puerta
y hay un espejo que te aguarda en vano;

la encrucijada te parece abierta
y la vigila, cuadrifronte, Jano..."
Límites, Jorge Luis Borges

Procuro tomar un café, de los fuertes, los que traen del sur. Y mientras reviso los monitores, las imágenes del radioscopio me revelan conceptos abstractos que tal vez cambien la humanidad. Son noches en las que he aprendido a no dormir, formas monásticas de ejercer una disciplina lejana de la religión.

Ya desde el principio el matrimonio fue un desastre. Galileo, el padre de las ciencias fue encarcelado y como todo buen pensador, le dio la razón a la infamia no sin antes susurrar una palabra que marcaría el avance de la humanidad: "...Aún gira..."

Luego Lewenhook que descubrió microcosmos, formas de vida incomprensibles para cerebros ciento sde veces más grandes que una bacteria. Seres fofos y oscuros, le dijeron a manera de castigo: "...La sociedad no necesita sabios..."

Sin embargo, tanto la astronomía como la microscopía demandan una entrega similar a la de un monje. Una suerte de vida que excluye la diversión, que eleva la vida y que dignifica a la humanidad. Mientras cientos de seres celebran orgías y festines, yo estoy sentado analizando estrellas fulgurantes, sistemas planetarios que quizás revelen el espectro de algún nuevo elemento químico. Estoy aquí, comiendo pan integral, en absoluto celibato, pensando en la constante de aceleración planteada por Einstein.

Llevo años sin descubrir nada nuevo y siento vergüenza con mis estudiantes doctorales que quieren creer que la astronomía seguirá revolucionando el mundo convulso que nos rodea. Entonces las canas y el cansancio me llevan al hábito, humano y antiguo, de imaginar que soy otro.

Pensar quizás ¿qué hubiera pasado si hubiera nacido al sur? Seguro no vería la estrella polar, quizás no sabría nada de las estrellas polares y a menudo me preguntaría si hay alguien que se cuestione por las vidas que habitan los luceros. A lo mejor haría poesía, quizás sería un párroco que después de fornicar con una monja, saldría a la terraza del campanario a fumar mientras una supernova brilla sobre mi cabeza sin que siquiera note su presencia.

Tal vez cultivaría café, me levantaría temprano entre grupos armados que sobornan a la población. Me sentiría miserable por no poder darle a mis hijos (porque los tendría) una vida más digna. Y me sentiría orgulloso de verlos crecer, escucharlos reír mientras juegan en la lluvia. Quizás les enseñaría a pedir deseos al ver un destello fulminante en el cielo. Creeríamos que son estrellas fugaces, sin sospechar que ha llegado el fin del planeta.

Y algún día, una bolsa de mi café, llegaría al observatorio de Harvard, a alentar la noche oscura de un astrónomo, que sabe mucho de estrellas y poco de hombres.



Plegarias Nocturnas - Santiago Gamboa (37/50)



El cónsul de Colombia en Nueva Delhi es solicitado en Bangkok por cuenta de un conciudadano que fue atrapado con narcóticos en la habitación de un hotel. A simple vista un caso de fácil comprensión, hasta que conoce al procesado. Se trata de  Manuel Manrique de 27 años, estudiante doctoral de filosofía. Amante de la estética.

Manuel era un niño que vivía en una familia clase media, con un padre de vestidos brillantes y una madre de palabras venenosas. Olvidado por todos, sufrió una fiebre casi letal y en los ojos de su hermana encontró un amor profundo que lo acompañaría hasta el final. Desarrolló un gusto por pintar sus mundos interiores en las paredes. Y Juana, su hermana, desarrolló gusto por hacerlo cumplir sus sueños.

Un día Juana desapareció misteriosamente. Los años pasaron y comprendió que debía ir a buscarla. Descubre que está en Japón ejerciendo la prostitución. Le ofrecen viajar a cambio de transportar "un encargo".

Juana comenzó haciendo las tareas de sus compañeros para costear los libros de Manuel. Luego fingió ser enfermera. Debía cuidar al señor Echenoz, un anciano aterrizado que le dijo, lo que pocos amigos le dirían a una mujer joven: que usara el poder que poseía, superior al dinero: el sexo. 

Juana inicia su camino de la prostitución. Logra llegar a una agencia dirigida por una exreina de belleza. Seduce a un funcionario de la presidencia de la república. Cambia su benefactor por un cargo más alto: el Secretario del Presidente. Establece relaciones con magistrados y agentes del DAS. Dadas las íntimas relaciones del poder con el narcotráfico, el Secretario del Presidente se vuelve la cortina de humo para no evidenciar la podredumbre del gobierno y ella, una ficha más a quien atrapar.

Entonces Juana decide fugarse a Japón, en donde las prostitutas obtienen menos de lo que trabajan: es una trata de personas. Un escolta iraní decide pagar la deuda de Juana y la lleva a su país, lugar poco apto para mujeres. Allí tiene un hijo pero está atrapada entre velos y costumbres.

El cónsul logra viajar al lugar y brindarle una visa. Le permite escapar para cumplir el sueño de su hermano, volverla a ver. Dado que su hermano nunca se enteró de los logros del cónsul, decide suicidarse en la celda, convencido que nunca la vería y atemorizado por la condena inminente: la pena de muerte.

Juana, una pragmática del poder, pide 4 millones de dólares por su hermano al gobierno Tailándes. Eso después que uno de los hombres involucrados confesara que Manuel no tenía nada que ver. Llena de tatuajes cautiva al cónsul y desaparece.

La historia se cuenta a tres voces, la de Manuel quien relata cómo llegó a estar en esa celda. El otro lado de la historia lo cuenta Juana. Y el intermediario es el cónsul, una especie de héroe compasivo. De los dos libros que he leído de Gamboa, puedo afirmar que tiende a tener una escritura limpia, se logra vislumbrar una preocupación por la estructura del mismo. Los elementos temáticos comunes involucran a Bogotá, como centro de las historias y un ansia por el mundo: la zona desconocida. 

Me gustó la visión de Juana, como una mujer dispuesta a usar sin ningún remordimiento el poder que tenía para lograr lo que deseaba. 


martes, 9 de febrero de 2016

El Universo o Nada - Elena Poniatowska (36/50)


Observatorio Guillermo Haro en Cananea

INAOE: http://www.inaoep.mx/

"El Universo o Nada" es un libro que a mi parecer está entre la crónica periodística y la novela. Es la historia de Guillermo Haro, exesposo de la autora. Astrónomo reconocido, vio su destino sellado cuando Leonor, su madre, le presentó el cielo.

Lleno de datos históricos, el libro contextualiza el México del siglo XX. Introduce la historia relatando el amor entre Leonor Barraza y José de Haro Marrón. La primera, venida del campo llena su casa de plantas y carga con ideas sociales. El segundo, venido de las cuasi burquesías latinas. La cuñada de Leonor, la tía Paz, resulta ser una arribista que la ignora.

Guillermo muestra interés por las estrellas desde niño. Leonor muere de un infarto a los 36 años (1925) y los niños no pueden de la soledad. Guillermo y su hermana María Luisa se lamentan. Pasan a la tutela de la tía Paz de Haro Marrón y Tamarez. Ella sólo da órdenes, sus conversaciones son quejas de lo mucho que sufre criando a los hijos o referencias a su linaje.

Hugo Margain, compañero de estudios de Guillermo, forja una amistad que durará toda la vida. En una pelea lo amarra en la azotea. Apena se disculpa al día siguiente, sin contemplar que Haro pasó en vela estupefacto contemplando las estrellas. A pesar de cursar filosofía y letras, Guillermo no puede con su afición por observar a través de los telescopios. En ésas, surge una amistad con Luis Enrique Erro, director del observador de Tonantzintla.

Guillermo es contratado en el observatorio y dado su tesón, despierta el interés de los investigadores norteamericanos. Es invitado a una estancia investigativa en Harvard de la mano de Harlow Shapley. Al regresar a México, Haro ingresa a Tonantzintla como investigador de planta; pronto es ascendido a jefe de observaciones astronómicas.

Dado el fin de la guerra, los norteamericanos se concentran en reconstruir su país. Haro le insiste al director sobre la importancia de avanzar en el campo del conocimiento. Erro pide su renuncia. Guillermo se enlista en el observatorio de Tacubaya y con el apoyo de sus colegas en Estados Unidos, envía estudiantes para que obtengan su doctorado en las ciencias del cielo. Envía a Zubieta, que resulta ser un fracaso y renuncia al proyecto.

De la mano de Paris Pishmish, construyen un programa para estudiantes en la facultad de ciencias. Haro se siente intrigado por los objetos cerca a la nebulosa NGC 1999, hecho que le comenta a Harlow Shapley; sin embargo, Herbig se le adelanta y publica un artículo sobre dichos elementos. Guillermo indignado, escribe a Shapley y envía una carta a la revista que publicó el artículo. De manera diplomática son bautizados los objetos Herbig Haro.

El astrónomo, continua investigando e incrementa el número de estudiantes que logran doctorarse en temas de física, astrofísica e inclusive óptica. Establece relaciones con China, país al que ingenuamente admira por lo que "ha logrado con Mao".  Se convierte en el miembro más joven del establecimiento intelectual "El Colegio de México" y comparte membresía con personajes de la talla de Octavio Paz. Obtiene un doctorado honoris causa por el Case Institute of Technology de Ohio y gana el premio nacional de ciencias y artes.

Ignacio Chávez es nombrado rector de la UNAM y Haro no cabe de la felicidad. Sin embargo, estudiantes mediocres, emparentados con poderosas influencias, logran hacer una protesta y de la manera más humillante, hacerlo renunciar. Guillermo siente que es un deber ético resistir, no reconoce a ninguna nueva autoridad y termina por renunciar, además de llevarse consigo a una parranda de investigadores de alto nivel a su observatorio. 

Haro es acusado de comunista (¿qué persona en América Latina que sea inteligente no ha sido acusada de roja?). Se indica que no tiene logros y que pertenece a una mafia de intelectuales incendiarios que sólo desean acabar con el país (¿qué país?).

Tontanzintla resulta ser un lugar que debido a la urbanización en zonas aledañas: el cielo es menos claro. Se hace necesario buscar un nuevo lugar. Tras estudiar el microclima y el macroclima, variables como el terreno y la calidad del cielo, Guillermo se inclina por Baja California. En Estados Unidos se ofrecen a donarle un espejo (¡vamos que un espejo no es cualquier cosa!, es el elemento principal de un telescopio óptico); sin embargo, no hay carreteras para llevarlo. Haro busca apoyo en los políticos y logra convencerlos de la necesidad de aportar recursos.+

Nace el amor entre Guillermo y Elena Poniatowska (quién escribe el libro). Tienen tres hijos. Durante una estancia de Haro en Armenia, se enamora profundamente de dicho pueblo y  su tenacidad. Funda el INAOE, una institución descentralizada e independiente de la UNAM. 

Guillermo, muy escéptico de ciertos caminos de la vida y consciente de la necesidad de México de tener científicos le inculca a su hijo "Mane" la ciencia.

Haro tiene un genio de los mil demonios y es algo cuidadoso del presupuesto del INAOE. Los miembros del instituto desean constituir un sindicato, hecho que para la generación de Guillermo implica una cachetada y de frente. Pide la renuncia de los investigadores sin plena conciencia de la disputa que se forma. Con expertos en electrónica y óptica, logra constituir inventos que hasta las autoridades mexicanas consideran extranjeros. 

Mane viaja a Francia para doctorarse en ciencias. Luego sus dos hijos hacen un paseo por la tierra de Juana de Arco. Poco a poco Guillermo despierta a la vida familiar. Su hija resulta tan testaruda y orgullosa como él y logra arrodillarlo. Se divorcia de Poniatoska y comienza su vida en soledad. Le rinden homenaje científicos de todo el mundo, incluido Herbig, su archirival. 

Guillermo renuncia a ser director del INAOE y le da la bienvenida a una vida de ver televisión, de insomio, de pastillas y de hablar con los amigos. Recibe la medalla Lomonosov en Moscú, en una ciudad y en un país que lo cautivan. Logra finalizar el observatorio de Cananea.

El 26 de abril de 1988 muere Guillermo Haro, el hombre de las estrellas.

El libro me pareció algo largo y al final ya notaba una idealización por parte de su exesposa. Sin embargo, me conmovió hasta los huesos este nacionalista rojo que pudo mandar a sus estudiantes a Bekeley, a Harvard, a Caltech y  a Europa a doctorarse en las ciencias del cielo. Me parece increíble su fuerza apasionada por hacer de México, un México lindo (y con ciencia). Y es inevitable admirarlo y sentir que uno en su vida ha hecho muy poco. Termine este libro recostado en la hierba mientras miraba las estrellas... Con los ojos aguados. 

jueves, 4 de febrero de 2016

Romeo, provocador de sueños

"Pedro decía que estaba que ni mandado a hacer
para amansar potrillos; pero lo cierto es que él tenía otro oficio:
el de "provocador". Era provocador de sueños"

Pedro Páramo, Juan Rulfo.

Era un chico atravesado: de los que escupen la calle y empujan en los vagones. Una suerte de cresta resaltaba su actitud medianamente anarquista, medianamente izquierdista, medianamente soñadora, medianamente modesta, medianamente homosexual.

Para Elizabeth, secretaria del instituto, era una mala persona. Los lunes solía tirar las carpetas al piso y los viernes andaba con una sonrisa adorable, a la cual era imposible no perdonarle lo innombrable.

Se acostó con dos gerentes. El sexo para él era algo ajeno, de lo que podía tomar distancia y control. Elizabeth escuchaba los gemidos animales desde su ventana cuando algún alto cargo deseaba aprovechar la soledad del salón de archivo. 

Pasaba los días de secretaria ejecutiva en una silla de ruedas heredada de su padre. Cuando saludaba a los clientes del lugar, solían esperar que se parara a dar un beso pero cuando veían la silla, de manera antipática y solidaria le decían: "tranquila" y se inclinaban.

Perdió la sensibilidad después de un accidente de tránsito. Sólo sentía un cosquilleo intenso en la pantorrilla, algo curioso puesto que dicha zona se supone era inerte.

"Una noche, toda llena de murmullos y de música de alas" , Romeo el archivista llegó con el genio de lunes, aunque era miércoles. Tiró todo a su camino y gritó como de costumbre. Como quien odia la vida porque no tiene qué desayunar debido al sueldo tan bajo que gana, como quién ha tenido un percance con alguien en el bus, como quien tiene que vivir con un anciano de 70 años y darle lo mejor de su cuerpo para poder tener un lugar donde dormir.

Entre las cosas que tiró al suelo, estaba Elizabeth. Iracundo siguió caminando hasta la ventana de la secretaria, respiraba como bestia. Después de la pataleta, el archivista vio en el piso a su colega inundada entre lágrimas. Envueltos entre la lástima, la violencia y la simpatía, pasaron del perdón a la pasión.

Elizabeth no paraba de reírse y Romeo pensaba que se trataba de complicidad. Tras una hora de cunnilingus, vio a la secretaria cuarentona con los ojos cerrados y respirar lento: estaba dormida.

La humillación hizo a Romeo una bestia doméstica e insegura en las camas vacías de sus amantes. Paralelamente, Elizabeth sentía un cosquilleo premonitorio antes de vivir nuevas aventuras.

Música: Bowspirits


miércoles, 3 de febrero de 2016

Límites - Jorge Luis Borges



De estas calles que ahondan el poniente,
una habrá (no sé cuál) que he recorrido
ya por última vez, indiferente
y sin adivinarlo, sometido

a Quién prefija omnipotentes normas
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas
que destejen y tejen esta vida.

Si para todo hay término y hay tasa
y última vez y nunca más y olvido
¿quién nos dirá de quién, en esta casa,
sin saberlo, nos hemos despedido?

Tras el cristal ya gris la noche cesa
y del alto de libros que una trunca
sombra dilata por la vaga mesa,
alguno habrá que no leeremos nunca.

Hay en el Sur más de un portón gastado
con sus jarrones de mampostería
y tunas, que a mi paso está vedado
como si fuera una litografía.

Para siempre cerraste alguna puerta
y hay un espejo que te aguarda en vano;
la encrucijada te parece abierta
y la vigila, cuadrifronte, Jano.

Hay, entre todas tus memorias, una
que se ha perdido irreparablemente;
no te verán bajar a aquella fuente
ni el blanco sol ni la amarilla luna.

No volverá tu voz a lo que el persa
dijo en su lengua de aves y de rosas,
cuando al ocaso, ante la luz dispersa,
quieras decir inolvidables cosas.

¿Y el incesante Ródano y el lago,
todo ese ayer sobre el cual hoy me inclino?
Tan perdido estará como Cartago
que con fuego y con sal borró el latino.

Creo en el alba oír un atareado
rumor de multitudes que se alejan;
son lo que me ha querido y olvidado;
espacio y tiempo y Borges ya me dejan

lunes, 1 de febrero de 2016

The Captain's Daughter - Alexander Pushkin (35/50)


The Captain's Daughter was first published in 1836. It is the story of "Petrusha", son of Andrei Petrovich  Grinyov, a noble man recognized by Russian society. The boy is at age to enter the service. He is sent to Fort Belogorsk. Savelich a faithful servant escorts him in spite of Petrusha's unmature temper and the dangers of the road.

Going to the Fort, the boy meets Ivan Zurin. In order to demonstrate he is a real man, he gambles. The men should drink and the one who resists most will have the money. Pyotr Andreyevich loses and must pay a sum. When he gets to the Fort, he meets Ivan Kuzmich, his wife and feels captivated by his daughter: Marya Ivanovna.

Shvabrin serves in the Fort Belogorsk. He is also in love with Marya. He makes jokes about Pyotr's love poetry. Situation evolves into a duel. During duel Pyotr has an advantage over his rival, till Savelich interrputs them. Pyotr is hurt seriosly.

Marya takes care of Pyotr till he recovers. Petrusha decides to marry, he writes a letter to his parents in order to count with their consent. In spite of the good reaction of Marya's parents, Pyotr's family rejects the idea and disapprove Andreyevich's behavior.

Fort Belogorsk is near Orenburg. It is a zone surrounded by "semi barbaric" people. Remember the Empires call barbaric everything unfamiliar for their people. Actually, there is a man called Purgachov which states to be the ruler of the empire. Many followers belive him.

People in the Fort underestimate the power of that man. The defense try to resist the attack. Nonetheless, the place is conquered. Purgachov wants to be recognized as a soverign. When Kuzmich and Ignatich deny he is soverign Peter, the invader kills them.

Savelich flatters the invader. On the other side, Pyotr is straightforward but Purchachov is kind with the boy. Actually, he sets him free. 

Petrusha goes to Orenburg, a place born in the middle of war. But pity invades the heart of Pyotr when he thinks about Marya. She is in the invaded Fort and Shvabrin has joined Purgachov. One letter makes the boy take decision: Marya tells him Shvabrin wants her to marry him but he rejects him constantly. Actually, the traitor has enclosed her in order to control her.

Pyotr tells a high rank in Orenburg about the situation but he does not help him. Petrusha decides to return to the fort in order to rescue his little dove. Purgachov is kind with him. When the young man tells him about the way Shvabrin has behaved, the invader decides to help him. Shvabrin tries to hide his traces. Nonetheless, Purgachov is the ruler and free Marya. When the pretender (Purgachov) realizes Marya is the captain's daughter, he feels betrayed. But Pyotr convinces him to let them go. The pretender agree.

Marya is sent to be safe with Pyotr's family but the military force has decided to judge Pyotr for betrayal: they belive the way Purgachov treated him was because of his duties as a spy. He is condemned. Marya decides to visit the empress. An unknown woman but trustworthy hear her story. She was the empress and decides to forgive Pyotr.

Pushkin does not try to use difficult languange. I love the titles he uses for his text. It is unavoidable to feel the cold Russia and the storms while Pyotr is riding from one side to another. What I liked the most about the test was the tenderness of the main character in the middle of an aged full of harsh masculinity.