El hombre muy orgulloso de su invento, ha construído pirámides, edificios que casi tocan el cielo, aviones que dejan notar la curvatura de la tierra, satélites con resolución suficiente para notar los cabellos de una persona, submarinos que recorren los polos, transboradores que orbitan y capturan imágenes increíbles; los hombres han logado tocar el cielo, el fondo del océano, inclusive el espacio, sin embargo no han sido capaces de erradicar el hambre y la violencia.
Esos hombres que se sienten tan gandes enseñándoles a los estudiantes a repetir fórmulas, a repetir conductas y patrones... Son homínidos con grandes construcciones y el mismo sistema educativo: el dolor. Las mujeres excluidas de ese sistema jerárquico, a veces egoísta y exclusivo, de vez en cuando caen en la trampa de pensar que entre más perjudicial sea la educación es más seria.
La única esperanza es la gente que grita. Un estudiante que se pierde, es uno menos al servicio de la humanidad.
1 comentario:
El dolor. Y el miedo. Así nos tienen bajo control.
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