martes, 27 de agosto de 2013
Confesionario de Transeuntes
No amanezcas tan pronto, no ves que quiero diluviar toda la noche... Y mejor si es larga.
sábado, 24 de agosto de 2013
Soñar
I
He soñado a pesar del mundo,
Enlodado de derrota,
Destruido en el diluvio
E iluminado por la sed.
E iluminado por la sed.
II
He soñado a pesar de las heridas,
Con la sed ponzoñosa de una vida que no fue;
Marcado de humanidad,
He creído sin dudar
He creído sin dudar
III
He soñado en la ciudad
Mezclado con los que follan resplandores,
Ciegos amantes de la luz taciturna,
Cuando la séptima vaticina otro suspiro.
Cuando la séptima vaticina otro suspiro.
IV
He soñado a 120 km/h
Bajo el agua de mis ojos
En la lluvia que nos ve...
V
V
He soñado una vez más que cabalgo las estrellas...
Bajo sábanas me espero...
Bajo sábanas no estoy.
Bajo sábanas me espero...
Bajo sábanas no estoy.
viernes, 23 de agosto de 2013
jueves, 22 de agosto de 2013
Sobre Esqueletos de Ciudad
Caminaba sin fin. Los pasillos se alargaban y recordé aquella época en la que te fuiste. En esos días intentaba encontrar tus huellas energéticas regadas por la ciudad; trataba de imitarte, seguir tus pasos, tu voz, cambiar mis tendencias, eliminar cualquier rastro de mí para experimentar tu pasado. Tenía doce años, se me dificultaba ir a ese lugar de la ciudad.
El destino con sus bromas me obligó a recorrer aquél esqueleto de ciudad. Es un centro comercial con columnas similares a espejos, fantasmas ambulantes, pasillos enormes donde se conjugan las artesanías con los almacenes internacionales. Toqué con cariño los volantes de las maquinitas y sospeché que sobre esas baldosas habías dibujado tus primeros acercamientos al amor.
Salí a respirar smog. Atravesé un puente ubicado al lado de una cloaca. Una reunión de cuervos se llevaba a cabo. Sentí lástima por las palomas que debían campear las aguas verdes con olor a ácido sulfhídrico. Sólo había una buena noticia: el mar todavía no se ha secado.
miércoles, 14 de agosto de 2013
Murmullos
Caspar David Friedrich - Monje al borde del mar
A los que pregunten por mí, diles que viste a un hombre arrastrar una ballena en la playa.
Al ritmo de las olas, cuéntales que me fui a arrullar las conchas en el mar.
Desengáñalos, relata el sonido del aire y la espuma del agua...
Detalla el reflejo de la luna y no hables cuándo te pregunten si estaba feliz.
Al ritmo de las olas, cuéntales que me fui a arrullar las conchas en el mar.
Desengáñalos, relata el sonido del aire y la espuma del agua...
Detalla el reflejo de la luna y no hables cuándo te pregunten si estaba feliz.
Calla mi sed y mis angustias; se las llevó el mar.
De mí sólo ha quedado la silueta que dibuja la arena.
Si preguntan por mí, haz dibujos en el aire y órbitas en el océano.
Para mirarme, tú, sólo tú... Puedes susurrar mi nombre.
De mí sólo ha quedado la silueta que dibuja la arena.
Si preguntan por mí, haz dibujos en el aire y órbitas en el océano.
Para mirarme, tú, sólo tú... Puedes susurrar mi nombre.
domingo, 11 de agosto de 2013
Voy a Dormir- Alfonsina Storni
La Noche Estrellada- Vincent Van Gogh
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...
Imagen tomada de http://elcosmopolita.files.wordpress.com/2008/10/starry_night_over_the_rhone.jpg
martes, 6 de agosto de 2013
Sócrates se equivocó
Imagen tomada de: http://alcibiades-enamorado.blogspot.com/2010/05/5.html
Llorar para sentirse mortal.
Gimotear las llanuras y las mañanas víctimas de la rutina.
Sollozar el aire que circunda,
temblar con nerviosismo la tutela de las estrellas.
Gemir los manglares y el alma de las yegüas.
Lamentarse en las estatuas y santuarios.
Escurrirse a quejas por el pavimento y besar los monstruos de la niñez.
Desembocar el Magdalena,
desecar el Orinoco y desbordar el Amazonas.
Inundar el Vaupés y soñar melancólicos atardeceres en el verdor sureño.
Sublimar las penas y redecorar el infierno.
Sócrates se equivocaba, a veces el arte de los ojos es llorar... Llorarlo todo, inclusive la ciudad.
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