Los ves recostados en el parque de los hippies,
se arrancan los piojos y vociferan que la ciudad es puta.
Leen a Borges, creen el amor y lo disfrutan.
Se han tatuado en el brazo la biografía,
su herencia de anarquistas bogotanos.
Pieles de ciudad entintadas con su caligrafía,
corazón de románticos, cuerpos de gitanos.
Se rompe una cuerda,
amanecen cuerpos viriles enredados.
Una vida incierta,
de vínculos y amores sosegados.
La velocidad de la séptima los ha drogado,
duermen sobre la equimosis de un amante olvidado.
La soledad en la avenida los ha desolado,
se ciernen sobre un rastro de pecho remendado.
2 comentarios:
¡Qué serían los espacios de la ciudad sin sus habitantes! Cuando te leo es como si pudiera estar allí y sentir los lugares como si los viera en vivo y en directo. Gracias, Vicky.
Hermoso y muy descriptivo, Vicky, gracias.
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