Si existió otra vida, estoy seguro que bailé.
Sentarme, leer, era impensable en mi niñez: correr, trepar y llorar con la música, el delirio diario.
Quién me conozca y lea, dirá que es imposible; estirarme, pensar, tocar las estrellas y elucubrar caminos a otra galaxia.
Quién me ha visto desde siempre, sabe que tuve que haber danzado...
Con los años mi cuerpo se vuelve tieso.
Mientras tanto, las canciones taladran. Vibran.
Cuando se vaya mi alma, espero se mueva, sin miedo... Sin cárcel.
...
1 comentario:
Sé que así será, Vicky ;-)
Publicar un comentario