A menudo pienso en mi próxima vida.
Me gusta creer sufriré la mitad y reiré el doble.
No habrán caminos sin salida,
sólo senderos donde por fin florezca el roble.
A menudo pienso en el sujeto que seré,
en los lugares que conoceré.
Me gusta creer que el mundo será mejor,
la gente no le tendrá miedo al amor.
Tendrá que ser más feliz desde luego
¿qué sentido tendría volver a rasparse las rodillas?
Recordaría la grandeza de las cosas sencillas,
olvidaría que algún día fui ciego.
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1 comentario:
Pero hasta entonces... VIVE ésta con INTENSIDAD y ALEGRÍA... El cambio muchas veces nace en una misma ;-) ¡Abrazos, Vicky!
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