De vuelta a casa, en el periódico vio el rostro de su hermano: había ganado las elecciones. Pasó saliva y resistió el vacío en su estómago. Sabía que debía llamarlo, felicitarlo y colgar.
-"Te felicito, desde que éramos niños supe que llegarías lejos. Te amo, mereces todo lo que has obtenido"-dijo. Tras colgar secó las gotitas de sudor frío de su frente.
Una vez en su casa vio una pila de libros: Kafka, Nabokov, Homero, Plinio... De ninguno era autor. Se acurrucó sobre la esquina de su diminuta habitación y observó impresa sobre una cartulina La Noche Estrellada de Van Gogh. Pensaba sin parar en la vida de su hermano: ¿dónde estaría durmiendo? ¿Cuándo fue la última vez que tomó un bus?.
La calle mezclaba sonidos incesantes de angustia, sirenas de ambulancia, autos que frenaban en seco y miles de voces que no decían nada. Intentó dormir. Durmió y tal vez soñó.
4:00 AM,
No ha salido el sol y sólo se ven estrellas. Su frente humedecida. Una luz azul ilumina un par de pantuflas viejas. Tras golpear la almohada repetidas ocasiones, gimotear y quejarse logra conciliar el sueño.
7:00 AM
Llega a un escritorio, enciende su computador y se pone sus guantes. Con los ojos vacíos recibe billetes y un cheque. Actualiza la base de datos y se repite esa promesa que nunca cumple: "si mañana sigo siendo un cajero de mierda, me pego un tiro".
3 comentarios:
A veces resulta sorprendente la variedad de ramas que emergen de una misma raíz. La estabilidad de todas ellas reside en encontrarse en equilibrio con ellas mismas, y por ello se retuercen, bajan, suben, compensan las cargas.
Abrazos, Vicky.
PD: ¿Qué son los kumis?
Luz, kumis es una bebida derivada de la leche con un sabor agridulce, similar al yoghurt.
Y sí, las ramas se estabilizan, suben y bajan. Mientras el río no vuelque el árbol.
¡Muchas gracias, Vicky! Desconocía esta palabra y ahora no dejo de preguntarme por la textura, aspecto, aroma y sabor de esta bebida.
Y... También hay árboles muy mayores y fuertes, de raíces profundas que pueden permanecer en pie a pesar de las aguas turbuletas, ¿no? ;-) No obstante, ¡esperemos que el río no vuelque al árbol!
Muchos besos, Vicky :* :* :*
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