- No me gusta el café, en un país donde cada persona tiene un tarro en su escritorio.
- Soy homosexual.
- Me cuesta madrugar.
- Soy distante, inclusive gélido pero cuando me encariño con alguien establezco una relación con raíces hasta las entrañas.
- Le tengo miedo a la muerte de los que amo.
- Tardo mucho tiempo almorzando.
- A veces siento que no pertenezco a este mundo.
- Adoro nadar.
- Todavía me gustan los atardeceres.
- Suelo extrañar con intensidad.
martes, 2 de diciembre de 2014
10 cosas sobre mí
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5 comentarios:
Coincidimos en algunas cosas, por ejemplo en lo del café, no me gusta, aunque el olor me encanta.
Por lo demás soy más de andar que de nadar, y muchas veces siento que no pertenezco a este mundo (es entonces cuando en lugar de pertenecer a él, sencillamente estoy en él, sin posesiones).
No soy homosexual, pero también suelo extrañar con intensidad. Y es que, en el fondo las personas, somos muy parecidas.
Es en las pequeñas diferencias donde nos encontramos un@s a otr@s. Y también, muchas veces, es ahí, en algunas pequeñas diferencias, donde se abren los abismos entre un@s y otr@s.
Ah, los atardeceres todavía me gustan. Y los anocheceres y también los amaneceres, sobre todo si son en buena compañía. La de la propia paz es la mejor de las compañías...
Los has expresado magistralmente. Nuestras grietas a menudo se vuelven abismos... Debemos estar en esta nave temporal, nos parecemos en mucho, sobretodo en las divergencias y cuando anochece (o cuando amanece con esperanzas) todo está en paz.
Permiso para comentar en tu blog...
¿Que no te gusta el café? No sé si eres de este mundo, pero de tu país..., ¿estás seguro de ser?
Seguro que hay otras diez más, y otras diez y diez más...
A mí el café tampoco... ¡ARRIBA EL CHOCOLATE! Llego a lo de gélido y... ¡Creo que nunca conoceré esa faceta tuya, Vicky! Es más... ¡SOY INCAPAZ DE IMAGINARTE ASÍ! ¡Y por ello me siento requeteafortunada! :-) ¡Ayyyy! ¡NADAR! ¡A MÍ TAMBIÉN ME ENCANTA! Y el mar... ¿Por qué Madrid no tendrá mar? ¡ABRAZOS ENOOORMES, VICKY!
CrisC, claro que tienes permiso para comentar. Y tienes razón, debo venir de algún otro lugar o de otra época. La mayoría de los colombianos tienen tarros enteros de café en sus mesas y escritorios, beben café como si fuera agua.
Luz, deberíamos hacer la revolución del chocolate. El cacao es americano, el café no. Y con esto del cambio climático seguro Madrid será como Venecia. Un abrazo.
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