lunes, 12 de junio de 2017

Nabokov

¿Quién podría haber soñado que las píldoras
de un pedófilo serían azules como el cielo?
¿Quién habría imaginado amantes que follaron
delante de un pobre ciego?
¿Quién haría de las ventanas un tablero,
desde el cual un ajedrecista se suicidaría?


¿Cuál de todos eras tú?
¿El insomne que escribía desde un atril?
¿El zoólogo que clasificaba mariposas con pantalones de niño?
¿El jugador de tenis?
¿El ajedrecista?
¿El refugiado ruso?

Críptico en lo personal,
íntimo en lo público,
despierto en la noche,
escribiendo sobre sueños
de personas que no pidieron existir.

¿Quién eres tú?

¿El hombre tímido
que no podía dar clases magistrales
sin ocultarse entre libros?
¿O el alquimista,
que hacía de dos amantes idílicos,
un par de hermanos incestuosos?

¿Cómo terminar esta historia?
¿Qué nombre llevará esta mariposa?
¿Qué somnífero usaré esta noche?
¿A quién le he de contar sobre lo que he imaginado?

A Vera...

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