domingo, 28 de julio de 2019

Anatemizado

Colombia, mi familia y mi cultura siempre me han pesado. Dados los meandros de la vida, sin proponérmelo, decidí migrar en octubre a Munich a estudiar en la TUM. Todo se dio, fue fácil, sin tantos obstáculos como los que me pone la vida. Y contrario a lo que pensaba, que irme sería liberarme, sin partir aún, he comenzado a extrañar la ciudad y el país. A la gente que amo, sus dos océanos, los nogales de Bogotá, los venados de metal, su mestizaje ancestral, la forma cariñosa en la que nos hablamos. Extraño sin partir como un anatemizado.

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