La gente no resiente únicamente lo que le pasó ayer. Las sociedades llegan a su nivel de saturación tras largos ciclos de opresión, desigualdad y abuso por parte de los poderes. En Colombia, se siente la vibración de una ola de derrocamiento que se ha tomado América Latina. Entonces vale preguntarse ¿por qué esta zona del mundo se ha alborotado con fulgor? Precisamente porque es una de las zonas del planeta con más recursos agrícolas, renovables y minerales, que a pesar de su explotación intensiva, nunca ha visto en su patio la prosperidad. Porque los políticos se pasean como anacrónicos virreyes, con un asco marcado hacia las clases populares y con el cinismo de emplearlas para sus fines personales.
No hace mucho, la noticia del mes era que dentro de uno de los escándalos de corrupción más grandes del continente, el auditor que reportó todo el material, murió "misteriosamente" con una dosis de cianuro. Muertes coincidenciales... Suena colombiano. Curiosamente, ese mismo auditor, le había reportado al abogado del hombre más rico del país todas las artimañas vergonzosas que había descubierto. Y el abogado, no sólo no denunció nada sino que luego fue elegido fiscal general de la nación. Hoy en día pasea tranquilamente por las calles de Estados Unidos, como si el tiempo simplemente fuera un regalo a la indulgencia.
Además de casos "distantes" de corrupción, el desmantelamiento de la violencia, ha llevado a que las personas se comiencen a preguntar cosas que antes resultaban insignificantes. Por ejemplo ¿por qué sólo el 20 porciento de la población se pensiona? Si los magistrados, con participación de los impuestos, a menudo ganan cuotas de retiro superiores a los 10 000 dólares mensuales. Así, un continente acostumbrado al maltrato de las potencias (que a menudo intervienen en sus elecciones), por primera vez en muchos años, está teniendo un levantamiento burgués.
Es el fin de la aristocracia y eso me aterra, porque será por la vía de las armas.
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