lunes, 5 de noviembre de 2007

Carta a Dios...

En lo que recuerdo de esta vida, lo que he escuchado de ti ha sido dolor y sufrimiento...
Castigas, matas, a veces dicen que das amor pero en otras... no sé

te odio...
te odio como nunca había odiado a nadie...

Haces milagro pero no reformas el universo. Hablas pero no das sabiduría. Escuchas pero no das paciencia... olvidas...

Cuando niño te rezaba te quería te llevaba dentro de mí, no te decía Dios, te decía diosito lindo. Pero después... fueron tantos golpes tan grande tu silencio tan irónico, que descubrí que comenzaba a molestarme tu actitud.

No sabes quien soy y te lo seguré diciendo...

Amo a mis hermanos todo lo que veo, pero seas lo que seas no vales ni un centavo.

Escribes en la carne con fierros ya rojizos, ovlidas en bitacoras los sueños de los vivos, ahuyentas a los muertos tu rostro es horrible. Matas con tus deseos y quemas al humano...

No te debemos nada perro... No eres nada asqueroso... Ojalá... Ojalá no existieras...

COn todo mi desprecio:

El enemigo que un día te amó

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