lunes, 15 de octubre de 2012

Madre

Hoy escuchaba a una cantante Caleña. Es inevitable recordar la juventud de mi madre: frescura, campo, orquídeas, anarquía, fuerza, amor y ternura. Este tipo de mujeres reflejan en su rostro el desplazamiento de las gotas de agua, parecen el rocío en la sabana o la pluviosidad interceptada en las hojas de alguna planta de páramo. Tan sencillas, tan femeninas, con curvas fértiles y madura... Con una historia que contar. Unas guerreras metidas en el cuerpo de un ángel.

2 comentarios:

Elena P.G. dijo...

¡Cómo se nota cuánto la admiras y todo el amor que sientes por ella!!!!!

Vía Morouzos dijo...

M A R A V I L L O S A

Intensa, luminosa, repleta de vida, como la lluvia.