miércoles, 25 de marzo de 2020

Cuestionarse

A menudo me he cuestionado mi destino profesional, ahora más que nunca, cuando la vida no cesa de ponerme obstáculos en el camino. Mientras hablaba con una amiga, hacía memoria de todos los jefes horribles y con problemas mentales que he tenido en mi recorrido, o de las condiciones estresantes y asfixiantes que muchas de las compañías donde he estado me han impuesto. Yo sé que la vida laboral a menudo tiene algo de eso pero por estos días me pregunto si necesariamente la zozobra es esposa de la vida profesional. También me pregunto en qué momento le queda a uno tiempo para uno mismo.

Cuando mis dos abuelitas fallecieron, me di cuenta el poco tiempo que les había invertido en sus últimos días. Parte de seguir estudiando, tenía el objetivo de descubrirme y de vivir con un poco más de paz. No sospechaba yo que eso significaría pasar por tantas pruebas, quizás karmas. Y ya me siento un poco cansado. Quisiera simplemente un período de mi vida en paz, sin contratiempos, ni dramas y con estabilidad. No sé si eso sea muy difícil de adquirir.

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