He descubierto el origen de mis penas. Lo mío era ser pájaro, tal vez venado. Pájaro, no presa, tampoco halcón, mucho menos fiera. Tal vez volar, quizás retocar las nubes con un poco de gracia mientras la tarde cae como las cerezas en un coktail. Siempre quise escapar, y con los años me he vuelto experto en el mimetismo y el desarrollo de silencios, camuflajes y nombres prestados.
He descubierto el origen de mis penas. Lo mío era tener alas, buscar sueños, gobernar los vacíos entre el planeta y las estrellas. Hubiera sido ingeniero onírico, a lo mejor un buen arquitecto de fantasías... Un matemático de lo imposible, capaz de violar las reglas más básicas del álgebra y la vida. Viviría como los coloides en el espacio: disperso y dueño de la luz.
He descubierto el origen de mis penas. Lo mío era ser aire, ráfaga fugaz que no descansa... Menta en los pulmones, brisa en los cabellos de los amantes. Cuando vuelo etéreo sobre esos tejados, sobre esas cosas que aún me falta tocar... Pienso que el origen de mis penas, es olvidar mi origen: la eternidad.
Imágen
Cunningham, I. (1931). Estudio Fotográfico Lápiz. Recuperado el 25 de Mayo de 2012, de http://estudiolapiz.blogspot.com/2010/11/imogen-cunningham-1883-1976.html
4 comentarios:
¡Qué entrada preciosa!!!!!!!!!!!
"Ingeniero onírico, menta en los pulmones, brisa en el cabello de los amantes": lo serás, porque es destino.
Pd: me gusta esa imagen que has elegido. Se percibe una mujer completa en Frida.
Lo tuyo era estar aqui, en medio de todos.
De otro modo no lo habrias escogido así.
Buenas tardes... Nuestro camino,
construirlo hoy poco a poco,
el horizonte es propio,
teniendo y creciendo,
aprendiendo y asombro,
barriendo las tristezas.
Estamos dónde debemos estar.
Gracias
En un texto maravilloso. Me quedé sin aliento. Un beso bien grande,Vicky :-*
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