jueves, 29 de noviembre de 2012
martes, 27 de noviembre de 2012
Llévame al mar, calamar viejo, que las olas suspiran sin siquiera mirar. Sonríen los corales, qué alto está el nivel. Habitantes de manglares se levantan en medio de la tierra de las miradas prometidas. Llévame al fin, a los confines, destruye, borra... trasládame a la tierra de nunca jamás.
Que de edificios lo sé todo, y lo que no, me lo imagino; hoy quiero correr entre olas, cojines de pasto, troncos de fuego antiguo, aires exhalados por un amor de ultramar. Usa la peinillas, que vamos bailar como lo hacían nuestros abuelos: sin miedo y sin afán. La habitación se ha tornado rosa, somos dos viejos en una barca de pescar, los tres los cielos nos esperan el cansancio ha de cesar.
"Querida Rosita:
Hoy he vuelto a ver el sol. La sábana que rodea la odiosa ciudad, el manto verde testigo de los niños que corrimos sin miedo, de las vacas rumiándole al cielo, nos da la bienvenida con la sonrisa que no pretende nada. Ya se me cae el cabello, sumercé sabe que la vida del campo es pesada, me he vuelto como los robles amarillos que fuertes y altos, declinan en la misma tierra, al mismo nivel de las orugas.
Ayer fui al pueblo, compré un par de astromelias y no me va creer, una de ellas se parecía a usted. Quizás esta carta le parezca indiferente, pero a mí no se me olvida (lo recuerdo noche tras noche) que usted fue mi primer y único amor. Uno cuando joven cree que se las sabe todas, y no es hasta los setenta que se atreve a conjurar el amor.
Dejémenos de formalismos, yo la quiero, usted me quiere... Los dos sabemos que nadie bailaba en las ferias del pueblo como ese par que con ruana negra y sombrero gris una noche decidieron escapar y sembrar un sendero, en medio de los vientos de agosto. Ya es diciembre y el cielo nos fermenta, nos está cobrando la cobardía de no haberle dicho nunca al muchacho que fue su amor y el mío, el que lo germinó.
Dejémonos de bobadas, los dos somos viudos... Me gustaría verla, en la vereda del Sol, junto al rancho donde nos vimos por primera vez.
Cordialmente, Eustaquio Torres (el caballero de la laguna dorada)"
lunes, 26 de noviembre de 2012
Ellos hablan de cuerpos, ellas hablan de uñas. En esa algarabía de palabras, cuyos significados, ellos y ellas desconocen, se confunden las miradas, entonces el vacío reina. Qué ambiente tan hostil dice el petirrojo, qué pequeña la humanidad dice la paloma ¿a quién le echaremos la culpa de esta tragedia?
Que te toquen, el alma... Que te abrasen, en palabras... Que alcancen ese punto donde los que mejor te conocen no se atreven a pasar. El neón de tu alma, ese verde atardecer que le niegas a la gran mayoría, reservado en un sitio exclusivo para quién sabe caminar el laberinto de tus heridas. Que te hagan el amor, que te llenen de aromas inolvidables en la cúspide de la montaña. No llores, no lamentes... Ése, el que camina silencioso y con dos palabras te convence de las bondades de la vida, a ése tienes que mirar, porque el viento no canta dos veces, y el fuego no perdona la falta de fe.
Que te toquen, el alma... Que te abrasen, en palabras... Que alcancen ese punto donde los que mejor te conocen no se atreven a pasar. El neón de tu alma, ese verde atardecer que le niegas a la gran mayoría, reservado en un sitio exclusivo para quién sabe caminar el laberinto de tus heridas. Que te hagan el amor, que te llenen de aromas inolvidables en la cúspide de la montaña. No llores, no lamentes... Ése, el que camina silencioso y con dos palabras te convence de las bondades de la vida, a ése tienes que mirar, porque el viento no canta dos veces, y el fuego no perdona la falta de fe.
sábado, 24 de noviembre de 2012
Yo soy la tierra histérica que en sus incontinencias desborda sus caudales. Soy el volcán, inmediato, fugaz... Exploto sobre este cielo pristino; la luna azul. Los bosques encarno, creciendo en lentitud, con pasiones arbóreas, yo soy la enredadera. La loba que muerde con fuerza, íntegra en las sombras se congrega con sus semejantes. La boca cortada de los océanos desesperados... Yo soy la lluvia que recorre tus párpados e inspira a los escritores de cristales.
Invócame, invócame que ahí estaré, desesperado, buscando ser flor, o paloma, venado... O corazón.
Invócame, invócame que ahí estaré, desesperado, buscando ser flor, o paloma, venado... O corazón.
jueves, 22 de noviembre de 2012
Días como hoy
Me gustaría soñar, poder simplemente soñar... Que todo aquello que creí genial, sucede.
martes, 20 de noviembre de 2012
imagen tomada de: http://www.puzzlesjunior.com/puzzles-de-la-bella-y-la-bestia.html
Quizás el detalle más hermoso de la película "La Bella y La Bestia" es la rosa. Era tanta su vida, tanta su fragilidad... Era su belleza de semejante esplendor que debía ser confinada a un frasco de conserva. Casi como una profecía, la historia relata que en el año 21 del príncipe el último pétalo caería, de no encontrar alguien que lo amara. Un astrólogo me dijo que a los 21 años, tendría que decidir algo muy importante a nivel sentimental... Y tal parece, que ya cayó mi último petálo. Ya tengo 21.
Quizás el detalle más hermoso de la película "La Bella y La Bestia" es la rosa. Era tanta su vida, tanta su fragilidad... Era su belleza de semejante esplendor que debía ser confinada a un frasco de conserva. Casi como una profecía, la historia relata que en el año 21 del príncipe el último pétalo caería, de no encontrar alguien que lo amara. Un astrólogo me dijo que a los 21 años, tendría que decidir algo muy importante a nivel sentimental... Y tal parece, que ya cayó mi último petálo. Ya tengo 21.
lunes, 19 de noviembre de 2012
La profesión indicada
Recuerdo que mientras los demás niños hablaban de ser astronautas, bomberos, patrulleros... A mí en realidad nunca me interesó nada salvo vivir el momento. Pasaron los años, y como Merlín, el mago que vive un tiempo inverso, comencé a experimentar la inocencia que no tuve en mis años de fragilidad, entonces deseé salvar el mundo, a mis seres queridos, a los animales.
Tras mucho cabilar, con una pizca de utopía, cuando miro esas nubes tan blancas, magníficas, esas estrellas que me cuestionan sobre el origen de nuestra existencia... Creo que me gustaría ser cosmonauta; sin embargo la vida es vida, y son cosas que suelo pensar mientras camino del bus a mi universidad.
imagen tomada de:http://www.laotramitad.org/laotramitad/index.php/nebulosas
imagen tomada de:http://www.laotramitad.org/laotramitad/index.php/nebulosas
jueves, 15 de noviembre de 2012
Destruiste todo lo que estaba en tu camino y le pides a las cenizas la esperanza de un niño ¿se puede ser más irónico? ¿Se puede buscar agua en un vaso bebido? ¿Se puede buscar vida en un ángel aniquilado? ¿A qué sabe la grandeza del inseguro? ¿A qué huele la pequeñez del omnipotente?
a=0
a=deseo+1
While deseo>a Then
buscar= buscar*esperanza
a=a+1
deseo=deseo+a+1
EndWhile
"el infinito a veces es discreto"
a=0
a=deseo+1
While deseo>a Then
buscar= buscar*esperanza
a=a+1
deseo=deseo+a+1
EndWhile
"el infinito a veces es discreto"
lunes, 5 de noviembre de 2012
Bogotá: la ciudad de los cerros
Bogotá, 1998
(imágen tomada de:http://cerrosdebogota.org/joomla/images/stories/Historia/cronologiahistorica.pdf)
Cuando volvía de un viaje al exterior, comprendí por qué mi alma eligió nacer en esta ciudad. Es algo tan sutil que ni el turista, ni el extranjero logran sentir fácilmente; aun aquellos que viven durante toda su vida, tienden a pasar por alto el aura particular que envuelve este pueblito grande que llamamos ciudad.
No se trata de una ciudad lujosa, tampoco llena de tecnología... Muy a pesar de los que desean anclarla en un entorno internacional, está plagada de particularidades que poco o nada interesan al mundo occidental.
Cuando miro imágenes como la que puse en este post, me pregunto por el pasado de este lugar. Desde niño se me habló de un lugar mágico, el cual fue hóspito para españoles (y en general europeos) que no podían soportar las picaduras de los mosquitos, ni la extraña geografía de la selva. Hombres cuyo desconocimiento de biología y ecología los llevo a talar árboles de las montañas que nos protegen.
Los que nacimos acá, tenemos la tendencia de mirar al oriente cada vez que nos queremos ubicar. Mejor dicho, miramos los cerros y sabemos que ese es el oriente. Ignoramos que fueron habitados hace 15000 años y quizás, que en esa época, los amantes se envolvían en la hierba sin pudor, a mirar la llanura color esmeralda que les esperaba. Tal vez se parecían a los desquiciados que buscamos montañas artificiales de ladrillo, con la nostalgia del campesino que llevamos dentro, del indígena que clama por aves majestuosas y el colono que escapa desesperado del mundo civilizado.
No defniría este lugar como un destino turístico... Tiene una buena dosis de caos en el cual sabemos nadar a regañadientes los que llevamos un buen tiempo de nuestras vidas acá.
Es común ver retazos del pasado, o mejor, del presente que los "desarrollistas" se resisten a reconocer. Basta con caminar el centro para ver a un hombre con sombrero y ruana. No necesariamente es un hombre del campo, puede ser un vendedor de dulces, o un hombre pensionado... A lo mejor un hombre que ha vivido en el centro toda su vida. Este país, ha intentado negar desesperadamente su fuerte actividad agrícola y el legado que esta dio a nuestras costumbres ancestrales.
Si bien es patético el intento de algunos por parecer "más colombianos", es demasiado pretencioso el recorrido que tienen que hacer los publicistas para demostrar que ésta, es una gran ciudad. No es grande. Sin embargo es común encontrar gente de todo el país, pocos pueden decir que sus ancestros son bogotanos, y otra pequeña proporción puede decir que nació en Bogotá. Es común oír las críticas constantes a su clima, a su gente, a su existencia.
Uno camina y encuentra sólo dos parques de diversiones, en las vías principales muchos buses, edificios desesperados por crecer, estructuras de principios del siglo XX ávidas de restauración, montañas azuladas y gente con una característica única: la velocidad, son capaces de campear cualquier obstáculo (a veces de cualquier manera) por llegar a las 7:00AM a su lugar de trabajo. Sin embargo, quién tiene el lujo de la observación, si tiene la fortuna de distraerse, torna su rostro a una esquina y se encuentra con un día soleado y un color, que para efectos de brevedad, sobran las explicaciones.
Mi definición para este tipo de cuadros es "magia". Un día, hay un yo no sé qué y un yo no sé cómo que hacen que el cielo y un edificio combinen en un cuadro perfecto. Lamento que este post no tenga un hilo conductor, ni siquiera cronológico, pero me cuesta hablar de mi lugar de origen como si fuera algo no orgánico; de una manera un poco más objetiva.
Bogotá es una ciudad que cambió muy rápido... Nunca fue grande. Albergó tantas vidas cuyo escenario fue el patio de una casa gigante, o un edificio de cuatro pisos con ínfulas futuristas. Tránsitos vitales con escenas dispares, acaeciendo en parques universitarios o en antiguas casas coloniales testigos de un frío de décadas anteriores. Al ver la primera foto en el post, me pregunté ¿quiénes eran esos niños? Y fue inevitable que un sentimiento de distancia surgiera en mi corazón.
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