Anoche toqué la luna y te juro que había una mariposa en su entrecejo. Recordé los pasados azules y me envolví en papel iris para derrotar el gris que nos hizo aburridos. El mundo era ingravidez y los dos flotábamos entre paños de lágrimas y secadores difuminados. Tus labios persiguieron la palabra que vibra y no se puede vocalizar. Coleccioné nuestros silencios en los poros que no tocaste y derroqué al dictador del trono cerebral que me hizo rígido y frío. Con lo años he aprendido a conservar los aromas en las pizarras de la conciencia: sándalo, almendras, limón, canela... Los innombrables y los soñados. Tú eres un aroma gitano, de estepa desierta... De ladridos lunares.
domingo, 19 de mayo de 2013
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3 comentarios:
ese es el dictador más difícil de derrocar de todos
¡Qué lindo texto!!!!. Felicidades, Vicky
Siempre hay tanta magia en tus textos... Todo en ellos es sensitivo, muerde, acaricia... Provocas sensaciones indescriptibles con su lectura. Gracias, Vicky, por momentazos como éste.
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