jueves, 26 de diciembre de 2013

Conversación en La Catedral-Mario Vargas Llosa (4/50)

De 1948 a 1956 Perú fue gobernado por la dictadura de Manuel Apolinario Odría. La novela está nutrida de la censura, los destierros, la corrupción, la impunidad y la perversión del poder presenciada durante el ochenio. Empezó a ser escrita en París, su proceso de construcción continuó en Lima, Washington, Londres y fue finalizada en Londres. 

"Ninguna otra novela me ha dado tanto trabajo; por eso, si tuviera que salvar del fuego una sola de las que he escrito, salvaría ésta"

Santiago Zavala es un periodista de La Crónica, durante un recorrido a la perrera para recuperar a su batuque se reencuentra con Ambrosio, el zambo que fue chófer de su papá. Se dirigen a un lugar llamado La Catedral desde donde la historia se extiende, se contrae y se envuelve para nunca revelear más historias de las que debe.

"Escucha, acércate, que no oiga nadie. Te voy a confesar un gran secreto. La poesía es lo más grande que hay, Zavalita"

Cayo Bermúdez, originario de , de caracter orgulloso y adicto al poder. Es un hombre cuyas sombras y pragmatismo siempre cuestionan al lector. Hijo de un usurero (el cuervo) y casado con la hija de la lechera, en una ocasión es llamado por su antiguo amigo y ahora alto miembro de un ministerio, es llevado a Lima y se le ofrece un puesto importante detrás del poder.

"-Ya sé, ya me lo has dicho- sonrió Paredes. El vicio es lo único que respetas de la gente."

Santiago Zavala lucha contra Perú, a pesar de su familia y sus raíces. En la Universidad San Marcos sueña con ser comunista y conoce a Aida, con quien leen y discuten. Se les une Jacobo, un hombre inteligente con tendencias izquiertas, también. Los tres pertenecen a una célula comunista que es descubierta por Bermúdez, quien entraría a la fuerza a las universidades y posteriormente sería nombrado ministro.

Fermín Zavala es un senador, de buenos modales y aliado al régimen. Una vez Espina es depuesto del poder, hace parte de la Coalición la cual busca eliminar el régimen. Santiago deja la casa y vive con su tío Clodomiro a raíz de la detención por sus nexos con el comunismo. Sus hermanos la Teté y el Chispas buscan reestablecer el vínculo constante pero quizás Santiago sabe que el veneno viene de raíz.

Amalia es quizás el personaje que más duele, que más humaniza y ve trasparentemente las caras del mundo. Inicialmente es la empleada de la familia Zavala, en donde tiene un romance oculto con Ambrosio, abandona la casa y vive un amorío con Trinidad, un hombre que se autodenomina revolucionario, el cual después de enfermarse se comporta de manera desconsiderada, vomita todo el tiempo y evade el trabajo. Trinidad muere a manos de los matones del régimen, uno de ellos con una característica particular, tiene erecciones cuando tortura a los opositores. 

A raíz del asesinato de La Musa (Hortensia), Santiago descubre que su papá tenía una relación homosexual con Ambrosio. Amalia, quien después de los Zavala sería su empleada doméstica, crea un fuerte lazo en el cual se delata una feminidad que sufre los maltratos, el abandono y el desprestigio. 

"Amalia lo veía, buen mozo, risueño, en su bata color vino tinto, los pies sobre el sofá, canturreando y lo odiaba: escupía en su desayuno, echaba pelos en su sopa, en sueños lo hacía triturar por trenes."

Amalia tiene una hija llamada Amalia Hortensia a la cual recuerda en sus últimos minutos de vida. Muere sin saber que Ambrosio ocultaba su relación, en parte por miedo a la reacción de don Fermín. Santiago nunca vuelve a casa, Cayo Bermúdez sigue negociando, Fermín muere sin ver de nuevo a su hijo, Amalia Hortensia termina en manos de una vecina y Ambrosio trabaja miserablemete en una perrera.

No puedo negar la enorme simpatía que desarrollé por Amalia y la profunda curiosidad que me despertó Cayo Bermúdez. Es una historia narrada en diferentes tiempos (gramaticales y cronológicos), desde diferentes voces e inclusive el narrador acude a oraciones vocativas. Es una novela cuya complejidad de estilo y fondo es innegable. La desazón, la injusticia, la intimidad enredada con los hechos históricos cuestionan a una Latinoamerica con historias de pobreza, autoritarismo y corrupción que aún están enquistadas en el centro de algunas de nuestras sociedades.


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