martes, 9 de febrero de 2016

El Universo o Nada - Elena Poniatowska (36/50)


Observatorio Guillermo Haro en Cananea

INAOE: http://www.inaoep.mx/

"El Universo o Nada" es un libro que a mi parecer está entre la crónica periodística y la novela. Es la historia de Guillermo Haro, exesposo de la autora. Astrónomo reconocido, vio su destino sellado cuando Leonor, su madre, le presentó el cielo.

Lleno de datos históricos, el libro contextualiza el México del siglo XX. Introduce la historia relatando el amor entre Leonor Barraza y José de Haro Marrón. La primera, venida del campo llena su casa de plantas y carga con ideas sociales. El segundo, venido de las cuasi burquesías latinas. La cuñada de Leonor, la tía Paz, resulta ser una arribista que la ignora.

Guillermo muestra interés por las estrellas desde niño. Leonor muere de un infarto a los 36 años (1925) y los niños no pueden de la soledad. Guillermo y su hermana María Luisa se lamentan. Pasan a la tutela de la tía Paz de Haro Marrón y Tamarez. Ella sólo da órdenes, sus conversaciones son quejas de lo mucho que sufre criando a los hijos o referencias a su linaje.

Hugo Margain, compañero de estudios de Guillermo, forja una amistad que durará toda la vida. En una pelea lo amarra en la azotea. Apena se disculpa al día siguiente, sin contemplar que Haro pasó en vela estupefacto contemplando las estrellas. A pesar de cursar filosofía y letras, Guillermo no puede con su afición por observar a través de los telescopios. En ésas, surge una amistad con Luis Enrique Erro, director del observador de Tonantzintla.

Guillermo es contratado en el observatorio y dado su tesón, despierta el interés de los investigadores norteamericanos. Es invitado a una estancia investigativa en Harvard de la mano de Harlow Shapley. Al regresar a México, Haro ingresa a Tonantzintla como investigador de planta; pronto es ascendido a jefe de observaciones astronómicas.

Dado el fin de la guerra, los norteamericanos se concentran en reconstruir su país. Haro le insiste al director sobre la importancia de avanzar en el campo del conocimiento. Erro pide su renuncia. Guillermo se enlista en el observatorio de Tacubaya y con el apoyo de sus colegas en Estados Unidos, envía estudiantes para que obtengan su doctorado en las ciencias del cielo. Envía a Zubieta, que resulta ser un fracaso y renuncia al proyecto.

De la mano de Paris Pishmish, construyen un programa para estudiantes en la facultad de ciencias. Haro se siente intrigado por los objetos cerca a la nebulosa NGC 1999, hecho que le comenta a Harlow Shapley; sin embargo, Herbig se le adelanta y publica un artículo sobre dichos elementos. Guillermo indignado, escribe a Shapley y envía una carta a la revista que publicó el artículo. De manera diplomática son bautizados los objetos Herbig Haro.

El astrónomo, continua investigando e incrementa el número de estudiantes que logran doctorarse en temas de física, astrofísica e inclusive óptica. Establece relaciones con China, país al que ingenuamente admira por lo que "ha logrado con Mao".  Se convierte en el miembro más joven del establecimiento intelectual "El Colegio de México" y comparte membresía con personajes de la talla de Octavio Paz. Obtiene un doctorado honoris causa por el Case Institute of Technology de Ohio y gana el premio nacional de ciencias y artes.

Ignacio Chávez es nombrado rector de la UNAM y Haro no cabe de la felicidad. Sin embargo, estudiantes mediocres, emparentados con poderosas influencias, logran hacer una protesta y de la manera más humillante, hacerlo renunciar. Guillermo siente que es un deber ético resistir, no reconoce a ninguna nueva autoridad y termina por renunciar, además de llevarse consigo a una parranda de investigadores de alto nivel a su observatorio. 

Haro es acusado de comunista (¿qué persona en América Latina que sea inteligente no ha sido acusada de roja?). Se indica que no tiene logros y que pertenece a una mafia de intelectuales incendiarios que sólo desean acabar con el país (¿qué país?).

Tontanzintla resulta ser un lugar que debido a la urbanización en zonas aledañas: el cielo es menos claro. Se hace necesario buscar un nuevo lugar. Tras estudiar el microclima y el macroclima, variables como el terreno y la calidad del cielo, Guillermo se inclina por Baja California. En Estados Unidos se ofrecen a donarle un espejo (¡vamos que un espejo no es cualquier cosa!, es el elemento principal de un telescopio óptico); sin embargo, no hay carreteras para llevarlo. Haro busca apoyo en los políticos y logra convencerlos de la necesidad de aportar recursos.+

Nace el amor entre Guillermo y Elena Poniatowska (quién escribe el libro). Tienen tres hijos. Durante una estancia de Haro en Armenia, se enamora profundamente de dicho pueblo y  su tenacidad. Funda el INAOE, una institución descentralizada e independiente de la UNAM. 

Guillermo, muy escéptico de ciertos caminos de la vida y consciente de la necesidad de México de tener científicos le inculca a su hijo "Mane" la ciencia.

Haro tiene un genio de los mil demonios y es algo cuidadoso del presupuesto del INAOE. Los miembros del instituto desean constituir un sindicato, hecho que para la generación de Guillermo implica una cachetada y de frente. Pide la renuncia de los investigadores sin plena conciencia de la disputa que se forma. Con expertos en electrónica y óptica, logra constituir inventos que hasta las autoridades mexicanas consideran extranjeros. 

Mane viaja a Francia para doctorarse en ciencias. Luego sus dos hijos hacen un paseo por la tierra de Juana de Arco. Poco a poco Guillermo despierta a la vida familiar. Su hija resulta tan testaruda y orgullosa como él y logra arrodillarlo. Se divorcia de Poniatoska y comienza su vida en soledad. Le rinden homenaje científicos de todo el mundo, incluido Herbig, su archirival. 

Guillermo renuncia a ser director del INAOE y le da la bienvenida a una vida de ver televisión, de insomio, de pastillas y de hablar con los amigos. Recibe la medalla Lomonosov en Moscú, en una ciudad y en un país que lo cautivan. Logra finalizar el observatorio de Cananea.

El 26 de abril de 1988 muere Guillermo Haro, el hombre de las estrellas.

El libro me pareció algo largo y al final ya notaba una idealización por parte de su exesposa. Sin embargo, me conmovió hasta los huesos este nacionalista rojo que pudo mandar a sus estudiantes a Bekeley, a Harvard, a Caltech y  a Europa a doctorarse en las ciencias del cielo. Me parece increíble su fuerza apasionada por hacer de México, un México lindo (y con ciencia). Y es inevitable admirarlo y sentir que uno en su vida ha hecho muy poco. Termine este libro recostado en la hierba mientras miraba las estrellas... Con los ojos aguados. 

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