Ha muerto quien no tiene secretos
Que lo sonrojen.
Quien no proteje una causa imposible,
Quien no recita torpemente una utopía.
Es una violación al espíritu humano,
Un insulto,
Un delito.
Ha palidecido el alma de quien no se conmueve,
De quien no llora a escondidas,
De quien no se indigna del mundo,
Es un soldadito de plomo, que se quema sin sufrir.
Y es que la muerte siempre está cerca,
Hay quienes dicen que nos aguarda a cada segundo,
Como una serpiente obsesiva,
Como una fiscal que sorprendida ve pasar vidas y vidas.
Y nosotros primates, que racionales no somos, persistimos en la óptica infantil de nuestra inmortalidad.
Marcamos senderos,
Escribimos en paredes sin vista,
Le hablamos a estatuas sin oídos
E insistimos en buscarle forma a las nubes.
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2 comentarios:
Poema limpísimo, elegante y lleno de logros expresivos con muy poco. El último verso es delicioso.
Gracias CrisC, por tu opinión. Son poemas que han venido saliendo casi dictados de yo no sé dónde.
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