Saliendo de una telaraña de burocracia
aterricé en una ciudad de 3 mil años
pero joven, cálida y tranquila.
De repente sentí que volvía a entender a los humanos.
Esculturas con expresiones graciosas.
Historias de excesos,
cardenales en dimensiones titánicas,
el ombligo de la era clásica...
Y me despido extrañando la sensación de estar cerca a otros seres,
con el descubrimiento que la música africana es más que cantos tribales
https://www.youtube.com/watch?v=Njj4CX4OAMU
martes, 25 de febrero de 2020
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