martes, 25 de febrero de 2020

Roma

Saliendo de una telaraña de burocracia
aterricé en una ciudad de 3 mil años
pero joven, cálida y tranquila.

De repente sentí que volvía a entender a los humanos.
Esculturas con expresiones graciosas.
Historias de excesos,
cardenales en dimensiones titánicas,
el ombligo de la era clásica...

Y me despido extrañando la sensación de estar cerca a otros seres,
con el descubrimiento que la música africana es más que cantos tribales

https://www.youtube.com/watch?v=Njj4CX4OAMU

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