viernes, 6 de marzo de 2020

Miedos

En Alemania mis miedos más profundos han surgido. No sólo por Alemania en sí sino porque es la primera vez que me enfrento al mundo real, sin ninguna protección y desde la desventaja de ser un migrante de un país en desarrollo. A veces me bloquea, se me mete en el cuerpo, me sacude y me amenaza en forma de pensamientos oscuros que punzan mi cabeza y me hacen desear volver corriendo, como el cobarde que soy... Como el humano que nunca dejaré de ser.

Le tengo miedo a la soledad, no soy muy social y me faltan algunas herramientas de comunicación. Le tengo miedo a endeudarme de más con Colfuturo o a perder la cabeza y en algún momento pasar hambre. Le tengo miedo a no saber administrar el dinero, a no saber cuándo es suficiente. Le tengo miedo al rudo sistema germánico que de la manera más kafkiana me ha puesto en sus redes de burocracia y dureza interminables. Le tengo miedo a las materias complejas, a no pasarlas, a tardar más de la cuenta. Le tengo miedo a que la gente no me entienda, mi alemán es limitado y quisiera comunicar más pero no puedo. Le tengo miedo a tener que volver a un país en llamas y no encontrar (como me pasó al comienzo) algún empleo. 

Le tengo miedo a no ser feliz, a haber elegido mal y mentirme a mí mismo (como suelo hacer cuando me equivoco). Le tengo miedo a ser un adulto que depende enteramente de sus padres, que rueda entre cargos mal remunerados y que no favorecen a nadie. Le tengo miedo al pánico que mientras duermo, me acelera el corazón y me corta la respiración.

Este blog es un desahogo, ni más ni menos. Lamento cargar a los pocos lectores con las pesadas emociones de un estudiante suramericano, en los laberintos teutónicos. Ya veremos si en unos meses las publicaciones rebosan de alegría.

Gracias por leer.

No hay comentarios: