martes, 25 de septiembre de 2012

Cuando duermes, el miedo que sientes no se relaciona con la oscuridad del cuarto, está ligado a la de tus párpados. Cuando estás triste, le temes a la penumbra de tu corazón, más que a un día nublado.

3 comentarios:

Elena P.G. dijo...

Te doy la razón,sabia Vicky.

Vía Morouzos dijo...

y tanto... esa penumbra puede triturar absolutamente todo!

Garsil dijo...

Buenas noches... Está lo profundo,
entre el riesgo y la oportunidad,
tristes llamadas,
angustiosas esperanzas,
descender por el mar de purificación,
místicos sentimientos.
Gracias