lunes, 21 de enero de 2013

Imaginación y éxtasis

Se miran y estallan como pólvora. Sonríen, se hablan, fingen que nada sucede. Se gustan, se seducen... Se imaginan. Se necesitan y como barcos chocan anhelando que un tacto trascendente los transporte a fantasías más amenas. Buscan desesperados entre las miradas que como polillas han decorado el universo de faros y colisiones.

¿Qué hay de aquéllos que miran de lejos? Simplemente contemplan, sueñan, abrazan sábanas y le susurran al viento nombres inalcanzables. Platónicos sus ojos palpitan al ritmo de los corazones que persiguen. Se bifurcan, enloquecen, se desdoblan, hacen de su cuerpo algo ajeno para alcanzar como desesperadas mariposas una fantasía que se desvanece.

El mundo es enigmático para ellos. Distribuyen su descanso entre la ansiedad y los besos que no fueron dados. Se desean con insistencia, se reconocen de épocas distantes. Pero no van a hacer nada... No darán un paso... No se acercarán... No lo intentarán. Cohabitan con los hechos que acontecen en su memoria ficticia.

Ellos no hacen nada... El miedo les gana.


VIBRAN


Sólo vibran al ritmo de un tambor cardíaco

1 comentario:

Elena P.G. dijo...

¡Qué triste vivir vibrando así!