martes, 1 de enero de 2013

Voces sin piel

De madrugada, hice mis salutaciones a un mundo perdido. Caminé temprano, decidí disfrutar el primero de enero perdido entre recuerdos de arquitecturas conocidas. Me desplazaba con calma cuando noté que una agente de policía yacía en el suelo. Aproximadamente una decena de uniformados estaba a su alrededor. Me alegró ver que estaba consciente y parecía que no había complicaciones. Al parecer hubo un encuentro entre un caminón de los que transportan dinero con una moto de policía. Es curioso como esos hombres de rifles (los que transportaban dinero) pase lo que pase viven en una paranoia, siempre resguardados, esperan la próxima orden.
 
 
En la tarde, mi familia y yo nos alistamos para visitar ese lugar. Hace mucho que no pisaba los jardines de la muerte. Mi abuelita quería hacerle una visita a su madre ¿sería el lugar indicado? Mientras caminaba recordé las muchas veces que fui a esa zona; era inexplicable pero ese lugar me gustaba, me transmitía una paz como pocos.
 
Mientras leía lápidas y contemplaba los hermosos sauces llorones, pude ver historias. En mi mente pasaban mil imágenes producto de una clarividencia tardía, de una epifanía o de una imaginación lo suficientemente grande. Descubrí ojos de adolescentes prometiendo amor eterno, casas de otras épocas, sentí en carne propia la intensidad de otros tránsitos vitales. Es difícil pensar que esos esqueletos que yacen bajo tierra vibraron con la fuerza de un amanecer despierto, o de una lluvia melancólica.
 
Descubrí cómo cada día se me hace más natural... Me causa menos sorpresa... Y cobra menos trascendencia la parca. La vida invoca su significado a partir de las sensaciones más sublimes del alma y no con base en los miedos de melodías pasadas.
 
 
 
Buscamos entre las mil historias de una ciudad pasada la de mi bisabuela, sin éxito. Algo me decía que no quería ser encontrada... Por un momento pensé que quizás ya reencarnó y de haberlo hecho, espero sea en una vida plena: llena de amor.
 
Es curioso, todo es curioso, especialmente lo efímero... Es curioso que en una sociedad de arribistas, se puede compartir la tumba con el menos pensado... Es curioso que visitemos cementerios para encontrar amigos, cuando es un lugar destinado a la autoreclusión de almas desesperadas.
 
De mi bisabuela no sé mucho, salvo que siempre fue amorosa, muy cariñosa... Como todas las mujeres de mi familia materna. Tuvo que enfrentar la soledad de criar a sus hijitos solita... Sin embargo pudo. Y hasta sus últimos días luchó por la felicidad de mi abuelita. Si supiéramos cómo nos aman... Si tan sólo supiéramos amar.
 
"Aire, dame aire para beber de tus cariños mensajeros. Tiempo, dame tiempo para perderlo contigo... Dame arena para marchitarme a tu lado... Dame agua para sentir tu tórrido suspiro"
 

2 comentarios:

JP dijo...

Vicky

Saludo del nuevo año y que con sus calendas traiga la paz que tanto anhela tu alma, el amor que tanto busca tu corazón y la evolución que tanto quiere tu espíritu.

Quizá volvemos a la tierra a recordar que a ella regresaremos en un momento u otro. Recordamos vidas de otros para hacer vivo su recuerdo y honrar su paso por este mundo... recordamos nuestro futuro.

Elena P.G. dijo...

¡Que el nuevo año te traiga lo que
más deseas y que seas muy, muy feliz!!!!!!!!!