domingo, 30 de junio de 2013

Profesión y Destino

El destino me llevó a estudiar la profesión que en unos días termino. Intenté abrir otras puertas sin embargo de manera súbita se cerraron. No fue fácil, en algunas mañanas para levantarme yo mismo tenía que animarme. En muchas ocasiones me sentí solo... Pero luché, porque esa es mi naturaleza.

Ahora, cuando todo ha acabado, cuando mis ansias se están cumpliendo... no sé qué sentir. Observo el campo profesional y carreras como la ingeniería industrial, la ingeniería de sistemas, el derecho y la medicina tienen mucha más aceptación en mi nación.

Cuando elegí mi profesión, lo último que tenía en mi mente era la riqueza. Sería feliz con una vida sencilla, llena de gratificaciones personales. Hoy con unos añitos más, descubro que mi sacrificio parece no rendir fruto. Debí ser más inteligente e irme por una carrera más rentable.

En fin... Yo y mis lamentaciones ¿qué puedo decir? Seguiré luchando, esa es mi naturaleza y mi condena; no sé cuándo saltar del barco.

viernes, 28 de junio de 2013

Greta Garbo



Un buen día la escandinava escapó de las pantallas para descubrir detrás de qué sillón se ocultaba su alma

miércoles, 26 de junio de 2013

martes, 25 de junio de 2013

No lo soñé, el cielo desde nos despedíamos, lo recuerdo bien, era azul turquesa. Se movía como si fuese el océano y arremedaba la paz del espacio exterior.

No lo imaginé, el solano que atestiguó nuestras palabras muertas, susurraba leve y profundo un clamor con color a ultramar.

No lo sospeché, ni siquiera lo imaginé... Ahí estaba... el cielo que nos vio nacer hizo su última invocación.

Tú y yo, a la orilla de la noche navegamos entre estrellas para alcanzar el más allá.


ICVG

lunes, 24 de junio de 2013

Revisaba como si fueran anotaciones las pruebas de mi vida. Nunca me fue fácil portar la carne y actuar como un individuo normal.
 El mundo y sus tribulaciones, el cielo siempre en éxtasis¿sería la vida muy difícil o yo era un niño muy frágil?
 Mientras trotaba por un instante pensé ¿y si no soy de aquí? Si vengo de otro lugar y por eso las posibilidades del humano contemporáneo me parecen insuficientes. 
Entonces comprendí que la vida me es difícil porque estoy hecho de viento y los huesos me pesan. Las nubes, las estrellas, la luna y los astros; de allá vengo... Allá voy.

sábado, 22 de junio de 2013

Mujer

Fotografía: Shirin Neshat

No hay mujer que haya nacido sin el privilegio de cambiar el mundo.

jueves, 20 de junio de 2013

Luna Llena


Tan frágil, a veces soy tan frágil...

Musitas la palabra inaudible, el susurro turbulento.
El viento en tus labios es un túnel.
Carpe Diem

miércoles, 19 de junio de 2013

Su respiración cesaba y una tenue brisa agitaba las cortinas. Destellos en el aire y el reflejo de un tranvía donde quedara sepultada su juventud. Ahora era caminante.

Rodeado de la supervisión de sus familiares, diluía su presencia en el brillo ceniciento de la habitación.

Cerró los ojos y se dispuso a viajar entre los mil cristales, se deslizó entre sus recuerdos: mil flores amarillas, calles tapizadas de sepia, hierba verde pistacho, labios encendidos... Sueños de paraísos encontrados.

martes, 18 de junio de 2013

Conversaciones con un Orco

El humano miraba con curiosidad a su compañero agonizante y le decía: "ganamos porque la inteligencia siempre vencerá al instinto".

El orco se rió y le susurró al oído con una voz jadeante:

"Qué inteligentes son todos ustedes los humanos. Durante más de diez mil años han cometido los crímenes más atroces contra los hombres y las mujeres de sus poblaciones. Son una especie que se caracteriza por garantizar la predominancia de los violentos y la opresión de los pacifistas. Eso requiere mil aplausos.

Han sido tan inteligentes que aún después del desarrollo de la agricultura, con la posibilidad de anular el hambre en su comunidad decidieron concentrar la riqueza en algunas zonas del mundo. Tienen la posibilidad de abandonar la competencia, de vivir otra realidad, sin embargo la guerra y la sangre les excita más que la belleza de un rose corporal.

Cuántas oportunidades... Basta ver lo que hacen con el conocimiento. Desarrollaron los centros de investigación soñados por generaciones de ancestros. Se enorgullecen de haber sumergido a Hiroshima en una lluvia nuclear y de tener robots capaces de matar y espiar con sólo presionar un botón.

Qué brillantes los humanos que ante la posibilidad de una sociedad pacífica, de abundancia y felicidad, eligieron aquéllo que los hombres medievales llamaban el infierno. 

Muero en tus manos porque soy menos inteligente. Tu destino es ser atacado por otro de tu misma especie, de tu mismo clan... Inclusive tu hermano. Qué brillantes son... Todos los aplausos a tu raza."

jueves, 13 de junio de 2013

domingo, 9 de junio de 2013

1991



Imagen tomada de: http://www.arcoiris.com.co/wp-content/uploads/2012/06/estudiantes_mane.jpg

Eduardo frenó su auto frente al semáforo. Una mujer tomó un pañuelo rojo de algodón y se acercó al vidrio. El tiempo retrocedió. Bogotá no tenía transmilenio y los buses gigantes con emisiones oscuras estaban a la orden del día.

Una manifestación de jóvenes pasaba frente de su automóvil. Ellos gritaban todo tipo de consignas. Sacos anchos, jeans y tennis uniformaban un conglomerado de los marchantes. La mirada del conductor se cruzó con la de un hombre de ojos marrón y piel trigueña cuya personalidad era solar y poseía brillo sin igual.

Las pupilas del protestante vibraban y devoraban lo que había a su paso. Se trataba de un hombre que unos años después se cortaría el cabello, se amarraría una corbata y buscaría trabajo. Unos meses bastarían para que dejara de leer a Marx, el Marqués de Sade y la Niebla de Miguel de Unamuno. Pronto olvidaría sus sueños, tomaría y pasaría hojas de vida. El tiempo pasa tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos, tendría un auto, una familia y un trabajo que cuidar. Y llegaría el momento en que delante de un semáforo recordaría el joven que fue y se avergonzaría del adulto que es.

sábado, 8 de junio de 2013

Las noches de junio

Las noches de junio cuando el viento sopla sobre el pecho y se escuchan los carros haciendo carreras ilegales en la carrera treinta, abro la ventana y pienso que me gustaría saltar. Quisiera salir volando como de un tubo de escape, cual murciélago urbano que persigue una brisa pasajera. Me urge seguir los carros matutinos que recorren fieramente el pavimento del quinto grado al norte del Ecuador. 

Las noches de junio cuando se escucha el susurro de los amantes incomprendidos, el palpitar de un sol que aún no nace, pienso en la violencia de los secretos citadinos y la serenidad del misterioso palpitar taciturno.

Las noches de junio que se vuelven madrugadas... Medito en lo feliz que sería si pudiera atrapar los anonimatos... Si pudiera descubrir quién pita, qué se esconde detrás del conductor, del transeúnte, del soñador... Las madrugadas de junio me gusta palpitar y creer en una vida sin límites.

viernes, 7 de junio de 2013

Recuerdos

Llegué al lugar donde vivo en 1997 para ser más exacto, a finales de ese año. Eso quiere decir que estas escaleras, el pavimento, las plantas y los cielos que me circundan me conocen desde hace 16 años. De unos días para acá me carcome la memoria. Recuerdos, mil recuerdos que no puedo atrapar y el deseo de saber qué ocurrió con tanta gente.

Cada rincón es habitado por alguien a quien ya no frecuento, o de quien no tengo rastro. Camilo y Daniel, los del primer piso y su abuelita poco amable que regañaba a los que dañaban las flores. Juan Manuel el del segundo piso de la torre 1 y su hermanito Nelson, quien disfrutaba pasearse desnudo por la casa. Efraín y su hermanito Wanda, ellos vivían en el sexto piso de la torre. Su cuarto de juguetes, de una pobre iluminación siempre me produjo envidia. En el primer piso de la torre 4 vivía Laura, le decíamos la gata con unos amigos. 

El apartamento de Gustavo queda en el primer piso, un amante del fútbol y aspirante a casanova. Un piso arriba está Sebastian, con quien subíamos a lo más alto del interior 3 a disfrutar de la paz y la serenidad. En el cuarto vive Laura, una niña amigable. Nicolás, una de las personas con las que más compartí reside aún en el primer piso de la torre dos, con su hermana Natalia. En el cuarto piso vivían Juan Felipe y Danielito. Miguel en el tercer piso de la torre uno y Jorge Andrés en el cuarto.

Dios... Cuánta gente. Ayer me quejaba en una hoja de papel sobre lo monótono que era vivir 21 años en un mismo país, en una misma cultura y en una misma ciudad. Ahora más que nunca siento que si no cambio, muero.

jueves, 6 de junio de 2013

Jorge Andrés ¿Maestre?

Hoy me levanté temprano (como de costumbre), retrasé un poco el reloj del celular y dormí unos minutos más. Estoy intentando pensar de manera positiva, sin embargo hay asaltos a la memoria que son inevitables. Mientras veía las montañas azules que me han visto crecer, me acordé de ti.

Caminaba en el sótano, creo que era época de navidad y desde una de las claraboyas nos miramos y me dijiste "hola". Todo fluía con velocidad, quizás por lo extrovertidos que suelen ser los costeños. El día que te conocí salías de viaje. 

A medida que mil imágenes venían a mi cabeza sentí remordimiento y pensé en lo torpe que fui. Durante parte de mi niñez uno de mis peores miedos era que hablaran de mí, por este motivo sucumbía a veces en la hipocresía y en actitudes desleales. Sin embargo, tú eras distinto. Les gustabas a las niñas del conjunto residencial, eras amable, hablabas con la niña del primer piso (Laura), jugabas con Angie y con una serie de personajes con los cuales yo tenía una barrera de plomo.

En una ocasión decidimos buscar a nuestros amigos, tú y Lina por el primer piso y yo por el sótano. Ustedes jugaron a escaparse y lo lograron; luego nos encontramos. En venganza (o eso creo) Gustavo, Nicolás y yo fingimos jugar escondidas. Teníamos planeado dejarte botado. Cuando salimos a correr, no recuerdo quién lanzó la puerta y se escuchó el quebrar de unos vidrios. Tenías el brazo lastimado y llorabas. Te llevamos a la casa de Nicolás y creo que modificaste la versión de la historia que le contaste a tu mamá para evitarnos problemas. Pienso en lo tonto que fui. Una amistad que pudo haber sido grande y duradera la reduje a un juego de intrigas.


Caminábamos y hablábamos de todo, desde el nombre de la nueva novia de tu papá, hasta el motivo por el cual tus papás se separaron. Recuerdo que en una ocasión decidimos jugar a desmayarnos y luego salir corriendo. El único que cayó de manera súbita al piso fuiste tú, entonces coqueteamos en una conversación acerca del más allá.

Nunca me quedó claro por qué con los demás niños que eran malos contigo eras rudo y conmigo eras tranquilo. A veces te pasabas, como todo niño, sin embargo recuerdo tu inocencia.

Cuando tu madre decidió llevarte a Suecia, lloraste porque dejarías a Miguel. Creo que me burlé o hice un sarcasmo. En el fondo tenía envidia de la amistad que ustedes tenían, de la fluidez de su comunicación, de tu capacidad para llorar. En mi afán de ocultar mi homosexualidad a temprana edad, procuré difuminar cualquier símbolo de feminidad en mí.

En la tarde subí el ascensor y llegué al apartamento 404. Recordé cuando llegaba a las 12 y como buen costeño seguías en pijama. Tu tío era un hombre amable. Te pido disculpas por todo el daño que te hice y te doy gracias por intentar darme una amistad.

ICVG

miércoles, 5 de junio de 2013

La Muerte y el Amor

La muerte y la tragedia motivan los actos de amor más grandes. La simbiosis entre lo que nos hará falta y lo que apreciamos, dilata las fibras más profundas del corazón y permite dejar una huella grabada en el alba. Si alguien desea consumarse hasta el último átomo, debe enfrentarse ante el miedo de la desaparición.

Las enfermedades terminales y los amantes parecen relojes que corren contra el tiempo. El viento y los vendavales se quedan cortos en velocidad. Cada segundo, cada minuto, cada instante lo guardan con precisión milimétrica para contemplarlo como el retrato perfecto. Son víctimas de una extraña perfección súbita y efímera.

Antes de la tumba, intuyen la distancia que los sentidos han impuesto a la criatura más frágil de todas: el humano. Se besan y hacen el amor hasta que la madrugada contonea sus caderas azules. Viajan a la selva, nadan por los mares y las dudas desaparecen. Tienen tiempo para perderlo en lo único que hace ganar: lo que se desea.

La muerte asesina los interrogantes y alienta a los sueños. Estimula valientes en los cobardes, despierta pasión en los polos y fertilidad en los desiertos. La posibilidad de la desintegración nos somete a unir todas las piezas que dejamos botadas a lo largo de la vida.

martes, 4 de junio de 2013

Estaba en transición o primero de primaria y la profesora (Jenny) decidió enseñarnos una canción en inglés. Entonces pienso en esos versos y ahora que los entiendo medito...

"Cada noche en mis sueños, te veo, te siento, así es cómo sé que proseguirás"

"El amor puede tocarnos una vez y durar una vida entera y nunca partir hasta que nos hayamos marchado"

My Heart Will Go On-Celine Dion

Casa XII

Tu destino está más allá de las estrellas, más allá de las vibrantes luces de la alta sociedad... Más allá de los maestros eternamente felices. Tu vida no tiene respuestas porque tú eres el que formula las preguntas a Dios y a las deidades con o sin nombre. Tu camino será difícil pero ya verás... Estás más cerca de la perfección que aquéllos que hablan de ella. Precisamente en tu humanidad excesiva reside el secreto de tu divinidad. Grande, grande eres guerrero de la noche.

Siempre tan solo... Siempre tan incomprendido.

sábado, 1 de junio de 2013

El Origen de las Cosas

El origen de las cosas habita donde tú y yo nos encontramos. El principio del silencio, las miradas que se buscan y el brillar inteligente de dos rostros que se entienden. El eje de origen empieza en tu susurro y termina en mi cordura. Hemos hecho del génesis una historia personal, una verdad bifocal. La pieza de los inicios se toca a cuatro manos... Bajo el cielo yacemos sobre las explicaciones de la vida.

¿Qué pensarían los científicos de nosotros si supieran que lo hemos hecho todo? ¿Qué nos dirían? Seguramente se burlarían porque las verdades más profundas abundan en las mentalidades atípicas.