domingo, 10 de noviembre de 2013

Caballo de Troya

Mi estrategia consiste en convencer al universo de su victoria
Dejar a los dioses saborear su crueldad
A los inseguros, idolatrar.

Mi estratagema no es una escultura, 
No es un veredicto...
Mi plan es un veneno lento que vuelve susceptible lo divino.

Ya sé lo dueño que es Dios de su cielo
Si necesita mis rodillas, he de arrodillarme
Todos los pastores dirán que soy piadoso
Sin embargo dentro de mí, bulle una Troya contemporánea.

Arranco mis cabellos, en medio del desierto
Dejo caer mil ciénagas de mis conductos lagrimales
Me lamento sobre la vida
Vitupero cada cosa que me constituye
Y finalmente recuerdo que en el Elisium, en el cielo o donde quiera que yazca lo sagrado, una traición vendrá en forma de caballo
 Incendiaré a los dueños de la vida y rectificaré el derecho a elegir.

3 comentarios:

aristos dijo...

Precioso, Vicky

aristos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Vía Morouzos dijo...

El derecho a elegir... Algo tan valioso...

Casualmente estaba releyendo la Ilíada de Homero :-)

Magnífico post, Vicky. Un abrazo.