El mundo tiene teatro, tiene música, tiene medicina; el planeta del deporte, de los atardeceres y las aguas que corren. La tierra tiene sexo, reproducción y maternidad; tiene besos, postres y arquitectura. Tenemos teléfonos, computadoras y camas de algodón... Tenemos esteras, selvas y desnudez. El globo azul tiene cartas, condones y narcóticos. El mundo tiene gente, sentimientos y futuro. Por eso vale la pena vivir, para ver el mundo, sin prejuicios, con unos ojos adultos conscientes de las heridas y proezas de nuestra civilización.
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2 comentarios:
Muy sabio texto, sí señor.
Sin prejuicios, con las pupilas de la niñez en los ojos de la experiencia. Bravo, Vicky.
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