domingo, 16 de noviembre de 2014

Paranormal Colombia- Mario Mendoza (16/50)

"Alguien que quiera de verdad narrar nuestra historia tendría que aprender a hacer un equilibrio al filo de lo real"

Paranormal Colombia adentra al lector a una nación en la cual constela la violencia, el narcotráfico y el misterio. El último tema relegado por los dos primeros, los cuales han monopolizado la crítica y la ficción.

A través de un narrador que no cae en el error de involucrarse completamente con las creencias de sus personajes, se elabora un relato alrededor de lo paranormal. En el libro se dialoga personalidades como Armando Martí quien a través de la hipnosis hizo una investigación interna en la fiscalía; Klauss, un habitante de la cárcel que lee cartas, fue soldado y escribe; Demonz, un internauta que quiso ser músico; la casa de La Calera, con una piedra ancestral sedienta de sangre; Víctor, un artista con una sensibilidad especial a la música y a los lugares; Claudia, una escritora que carga de misterio sus relatos.

Es notorio el esfuerzo por organizar de manera coherente las entrevistas, las reflexiones y las citas a textos externos. El escritor Mario Mendoza presenta una Colombia que más allá del realismo mágico, tiene ministros asesorados por astrólogos, paramilitares rezados por brujas, artistas con dones de visión. La prosa es limpia y fácil de leer.

Analizando la trayectoria del autor, no sobra mencionar que uno de sus cuentos premiados fue "La Travesía del Vidente". Quizás, el libro es un retorno al despertar femenino, a la búsqueda de un Apocalipsis donde los ángulos rectos y las visiones obtusas se hundan al final.

Melville hablaba de un mundo salvaje, Mario Mendoza también introduce a una planeta angustiante atravesado por una salida de emergencia con un letrero enorme que dice: "Sin Retorno".

Si mis anteriores meses estuvieron cargados de Borges y las alusiones a la muerte, éstos se han plagado de búsquedas.

Comentario: con el pasar de los días tengo menos claro qué haré con mi vida, sin embargo se vuelve más lúcida mi visión de vejez. Espero tener una mirada profunda, vivir al lado del embalse de San Rafael y ser un hidrólogo que en silencio haga bien a la humanidad.


3 comentarios:

Luz dijo...

Sé que lo lograrás... Y sin querer, en esta búsqueda en la que te hallas, casi sin darte cuenta, estás logrando respuestas... Tan importante es el camino como el final, incluso mucho más, y tú sabes quién quieres ser algún día. Abrazos grandes.

Vicky dijo...

Tú lo has dicho, el sendero a menudo se convierte en parte de nuestro ser. Un abrazo.

Mario Mendoza dijo...

La resistencia conduce tarde o temprano a la acción. Saludos, MM.