lunes, 31 de mayo de 2010

Infusión de te

Los seres humanos son dueños de sus destinos, independientemente del tipo de gobierno o sistema que presida el presente.

Hoy como siempre me he preguntado muchas cosas, me veo a mí mismo en un camino extraño, creyéndome escéptico sólo por cerrar el corazón...

Los días pasan, algunos turbios, otros un tanto más ligeros. Las palomas aún se bañan y los perros ladran. La mañana carga historias y la noche no se queda atrás. La vida que elegí no conoce límites, menos en esta ciudad.

Mi lado más oscuro dilató mis pupilas, sigiloso seguí el camino trazado por la penumbra. Donde los ángeles custiodios se delatan, donde las cortinas victorianas cobran sentido, donde el cielo no es rojizo, donde los cerros se esconden...

Aquel movimiento del viento, no me hacía distinguir entre la realidad y la ilusión, caminé por unas calles tan largas como un hilo de aceite. Seguía la infinidad entre los carros, ésos que van a exceso de velocidad. Saludé a lo extraño a lo inconcluso. Perseguí palabras sin boca, ojos sin mirada, manos sin rocío de verdad... el cielo se cerró y la ciudad se había convertido en una conmigo.

Los gatos maullaban mientras los pájaros dormían, entre tantos cuerpos que dormían se levantó mi cadáver vespertino y quiso el nectar de la vida.

Quise un poco, cual picaflor de llovisna, se oculta entre orquídeas y encuentra la verdad.

Encontré lo que quería... mi verdad. La de siempre, la de ahora, la de antes y fui feliz sabiendo que no me canso de equivocarme.

3 comentarios:

JP dijo...

Y

Todo eso como resultado de una infusión de Té?

Menos mal conoces la verdad... aún yo estoy en su busqueda... y creo que me ha tomado mas o menos unas 6 vidas

Vía Morouzos dijo...

Una infusión de te... Y pienso en los salones de té, en el ritual... Y te leo, y vuelvo a leerte, y pienso en su simbolismo... Es mágico... Luego tomaré uno y seguiré pensando en tus palabras... Me encanta leerte!!

Garsil dijo...

Buenas tardes... Con un té o un café,
nos merecemos lo que tenemos,
aún nuestros sueños lejanos,
pero siempre en búsqueda,
no detenemos el paso,
siempre caminaremos... siempre.
Gracias. Garsil