Las abejas le preguntaron al oso: ¿por qué siempre metes tu gran garra, destruyendo el panal, que demoramos días en construir y robando toda nuestra miel?
Y el oso respondió: lo lamento de verdad. A ustedes no las puedo abrazar, de modo que la única forma en que recibo esos pequeños besos de parte suya es robándoles la miel. Quizás mi amor es tosco, porque soy grande, pero es mi forma de hacerlo evidente.
Ellas replicaron: ¡no te besábamos, te picábamos!
Oso: vaya entonces ambos tenemos formas toscas de amar.
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3 comentarios:
Buenas tardes...¡Tarea dificil!
aprender a amar,
unas veces con pasión,
otras con dolor,
aprender a amar el amor.
Gracias. Garsil
No he podido evitar una sonrisa... Me encanta...
Hola Vicky, yo Daniel un oso quiere amar una abejas
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