Una vez supe de un hada muy especial. Escuchaba música electrónica, le gustaban los carros que iban a toda velocidad y vivía en Bogotá... Dicen los que saben del tema que así como las demás concendían deseos, si a ésta te la encontrabas en una discoteca en ésos viernes donde enloquece la multitud, te concedería un vuelo por las nubes. Con luces y música incluidos.
Una vez supe de un hada muy especial. Se dejaba llevar por sus sentidos y disfrutaba de su cuerpo, le gustaba el sonido de los autos a la distancia y era especialista en superar el mínimo de velocidad en la circunvalar. Los que saben de esto comentan que alguna vez, hace mucho, mucho, este seductor personaje amó a un humano con todo el corazón. Dicen los expertos que esos ojos esconden algo más que seducción.
Una vez supe de un hada muy especial. Casi no sonreía, le latía el corazón con fuerza cuando miraba las estrellas, era especialista en transportar a las personas del común a nuevas perspectivas de la vida. Cuentan los expertos en cuentos que si lograbas besar su oscuro cabello te revelaría un misterio de la noche. A veces usaba perfume, pero prefería el aroma natural. Le gustaba el sonido de las guitarras eléctricas y cuando nadie la veía bailaba sin control.
Qué hada más especial...
No hay comentarios:
Publicar un comentario