viernes, 20 de enero de 2012

Muéstrame un atardecer, de esos que se ven en la Orinoquía; guarda silencio y suprime las aves que arremolinan tu imaginación. Observa a los navegantes de espejos escribir historias en telares y vasijas. Devuélveme el espíritu que se llevó la selva, devuélveme la paz de los árboles, el silencio del páramo, la felicidad del cielo.

1 comentario:

Elena P.G. dijo...

Es una plegaria preciosa.
Me quedo con los navegantes de espejos que escriben historias:¡qué bello!!!!