martes, 10 de mayo de 2016

Philip y los Otros - Cees Nooteboom (42/50)



La Feria del Libro de Bogotá siempre trae grandes autores y grandes sorpresas. Es un espacio que con el tiempo se ha vuelto popular; una suerte de quijotada en un país en el que el promedio de lectura, ronda alrededor de 1.6 libros al año. Es curioso ver gente invirtiendo mucho dinero en los estantes de prestigiosas editoriales. Los libros de siempre: el kamasutra, la Culpa es de la Vaca, todos los de Cohello. Sin embargo, también se abren espacio intelectuales locales como William Ospina, quien posa incómodo para fotos con adolescentes, o Laura Restrepo.

Me he prometido en numerosas ocasiones hacer firmar los libros de los escritores nacionales y los internacionales. De los aplaudidos, como Restrepo y Ospina. De los populares, como Mendoza y Gamboa. Sin embargo, las fechas coinciden siempre con los bolsillos vacíos o los tiempos contados. Ésta vez, sólo tuve dos horas para asistir y disfrutar de ese mundo que para algunos búhos como yo, resulta fascinante, una especie de orgasmo con olor a papel.

El país invitado fue Holanda, el que Jacqueline me decía en uno de sus comentarios, tenía una conexión con su alma. El pabellón de la nación invitada tenía una linda fachada que semejaba la arquitectura limpia y fría del norte europeo. El piso era suave, había instalaciones cómodas para el tamaño humano. Había grabaciones en castellano y holandés. Una exposición sobre la bicicleta, otra sobre Ana Frank. Ver tan buen diseño me agradó bastante. Imaginé una sociedad donde la gente es feliz y no necesita del excitante egoísmo para vivir. 

No conozco casi nada de literatura holandesa. De manera que ojeé algunos libros y con ese olfato inconfundible que te dan los párrafos acertados a mitad de página, me decanté por Cees Nooteboom.

Este post, es para hablar sobre su libro "Philip y los otros".

Philip es un joven que va a visitar a su tío Alexandr quien le pide traer algo para la visita. El chico corta rododendros. El anciano familiar le propone ir a una fiesta. Van en un bus a un lugar de Holanda. En el camino no se acercan, parecen desconocidos. Una chica besa a un chico antes de subirse. Cuando sube, no es la misma.

Philip deja a su tío y conoce a Maventer. Un exmonje que era amado por la comunidad agrícola donde vivía hasta que conoce a una mitad asiática que le dice ver cuadras donde hay ruinas, que medita sobre las cosas que habitan detrás de lo que percibimos. 

Philip decide ir en busca de la mujer con rasgos asiáticos y se encuentra inmerso en los apuros del viajero. Se enamora de una mujer, se dejan. Logra por fin dar con su objetivo. Vive con ella en su castillo desolado, junto con otros chicos y el impulso nómada, lo hace volver a viajar.

Se pregunto uno como alguien menor que yo ha escrito una obra con preciosas referencias a la poesía y a la literatura. Cómo alguien ha tenido el valor de pensar el precepto de Heráclito como una consigna estética. Y lo encuentra sensible, venido de una educación religiosa, uno lo encuentra dulce... Misterioso.




No hay comentarios: