El mendigo navega a través de barquitos de periódico
Misteriosas aventuras en los charcos de la ciudad, reflejo de la tarde.
A lo lejos las lluvias salpican y los niños saltan húmedos
Los algodones de azúcar se despiden de la vida con el bramido de la tarde.
Las pequeñas lágrimas que se doblan en la esquinas
Brotan avioncitos de agua de la mirada silente
Cielos rosados que invocan elementales
Castillos en las nubes.
Eclipsados los transeuntes por el planetario sonido del viento,
Se forman y reforman las maneras de caminar
Caminantes explosivos como dulces picantes
Encuentran televisores destinos en la imaginación
He de oír mil veces historias de amor,
Héroes de papel
Y barcos de periódico.
Erigido en la esquina está el que escucha
Cachalote atravesando el universo del sonido.
Marítimas electricidades del nerviosismo habitual
Habla la ciudad del verdadero amor, el de las cosas extraordinariamente simples.
viernes, 30 de julio de 2010
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1 comentario:
Buenas tardes... También batallas,
con los héroes de sueños,
noche fría en almibar contradictorio,
la ciudad despierta inerte. Gracias. Garsil
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