miércoles, 16 de noviembre de 2011

Desesperación

Todo se torna color gangrena,

el cielo se opaca y los pulmones se cierran

Ya la vida ajena

sueño de ipaca, terrones que vuelan.


Trance diurno lleno de cielos cubiertos

Mundo que araña, filo en la lengua

Ansiedad ante destinos inciertos

¿qué será mañana? Esperanza que mengua...

2 comentarios:

Elena P.G. dijo...

Hay veces en que necesitamos sentirnos así, para volver a emprender el vuelo: con menos lastre, más ligeros.
Un beso,Vicky

Santiago dijo...

La esperanza no se debería apagar nunca, aunque todo lo demás este perdido, incluso tu misma.

Saludos desde la evasión.