Todo se torna color gangrena,
el cielo se opaca y los pulmones se cierran
Ya la vida ajena
sueño de ipaca, terrones que vuelan.
Trance diurno lleno de cielos cubiertos
Mundo que araña, filo en la lengua
Ansiedad ante destinos inciertos
¿qué será mañana? Esperanza que mengua...
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2 comentarios:
Hay veces en que necesitamos sentirnos así, para volver a emprender el vuelo: con menos lastre, más ligeros.
Un beso,Vicky
La esperanza no se debería apagar nunca, aunque todo lo demás este perdido, incluso tu misma.
Saludos desde la evasión.
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